13.05.2013 Views

hoy y mañana - DSpace CEU

hoy y mañana - DSpace CEU

hoy y mañana - DSpace CEU

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

hay tal libertad. Y ríanse ustedes cuanto les dé la gana, que yo bien sé<br />

que lo que digo es el Evangelio.<br />

»Yo no vengo á hacer leyes para los ciudadanos viejos, sino para los<br />

ciudadanos nuevos. Y así como me he salido al Campo de Guardias y<br />

Chamartín y al soto de Migas Calientes á hacer nuevas calles y nuevas<br />

plazas y nuevos edificios por respeto al antiguo Madrid, así me voy al<br />

tiempo futuro, á los años que están por venir, á hacer nuevas leyes.<br />

»¡Pues bueno fuera que en nombre de la libertad cometiésemos la<br />

tiranía de quitarles á los ciudadanos sus casas heredadas y sus derechos<br />

adquiridos!<br />

»En fin, señores, no hay que perder el tiempo, que es una verdadera<br />

mina de oro; votemos, y al que Dios se la dé, San Pedro se la bendiga.<br />

»A fe, á fe que siendo la mayoría de los que estamos aquí ciudadanos<br />

viejos, no seremos tan tontos que nos queramos fastidiar á nosotros<br />

mismos.<br />

»Y para concluir, y aunque algunos señores se rían de mí porque no<br />

soy retórico, que también la libertad parece que obliga á que todos hablemos<br />

de un mismo modo, le daré al señor presidente de la Cámara<br />

un consejo para que no se pierda el tiempo en la votación.<br />

»Aquí no se puede decir otra cosa sino que sí ó que no; pues en lugar<br />

de andar preguntando uno por uno, á todos, lo que piensan, preguntar<br />

á los jefes de las fracciones y estamos del otro lado.<br />

»Saquemos algún partido de las formas y de las conveniencias parlamentarias.<br />

»Los míos dicen que sí, de eso no tengo duda; los de las oposiciones<br />

dirán que no, también esto es de cajón; la mesa sabe cuántos tienen ellos<br />

y cuántos tenemos nosotros, conque ya se puede saber el resultado y podemos<br />

pasar á otro asunto.»<br />

Este nuevo género de oratoria parlamentaria, justamente silbado por<br />

los académicos, era muy del agrado del público que asistía á las sesiones,<br />

y la popularidad de Chirivitas crecía cada vez más, hasta el punto de que<br />

el día en que pronunció el anterior discurso le llevaron casi en volandas<br />

á su casa, le dieron una gran serenata y gritaban por todas partes: «¡Viva<br />

el verdadero orador del pueblo!»<br />

Y la población, mientras tanto, avanzaba hacia el Norte, al paso que<br />

los propietarios del antiguo Madrid veían desalquilarse sus casas; y no<br />

resolviéndose, por codicia ó por amor propio, á bajar los precios del alquiler,<br />

aguardaban á que llegase un día en que la industria inventase<br />

la manera de arrancar los edificios seculares, como los árboles centenarios<br />

también, para llevarlos de un punto á otro.<br />

Pero ese día no ha llegado aún.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!