13.05.2013 Views

hoy y mañana - DSpace CEU

hoy y mañana - DSpace CEU

hoy y mañana - DSpace CEU

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

porque desde que he pisado la corte, todo lo que toco, todo lo que hallo<br />

son naranjas de goma.<br />

—¡Qué ocurrencia tan graciosa!—repuso Safo.<br />

—No, hija mía—dijo doña líuperta,—usted no puede comprender<br />

toda la fuerza de lo que digo ni toda la verdad con que hablo, porque<br />

según me ha dicho Venancio, se ha criado siempre en la corte y no conoce<br />

la vida tranquila y sencilla de los pueblos como el en que yo vivo;<br />

pero que diga mi hijo, si quiere ser franco, si él mismo, á pesar de haber<br />

estudiado en Sevilla y de llevar aquí cerca de un año, no está aturdido y<br />

mareado á todas horas.<br />

—Sí que lo estoy, madre mía, y estos dos señores que han sido mis<br />

mejores, acaso mis únicos amigos, lo saben perfectamente bien; pero en<br />

la corte se puede vivir como se quiere, prescindiendo de este movimiento<br />

continuo en que á primera vista todo parece mentira.<br />

—Á primera y á segunda y siempre que fija uno los ojos en algo—<br />

interrumpió doña Ruperta.—Tú mismo me lo has dicho esta <strong>mañana</strong><br />

cuando andábamos por debajo de tierra.<br />

—¿Conque ya conocéis el Madrid subterráneo?—dijo el fabricante.—<br />

Pues no me parece que habéis hecho bien en andar por esos lugares antes<br />

de conocer afondo el verdadero Madrid. Hay allá abajo cosas repugnantes<br />

que no conviene que las vea una señora.<br />

—¡Si apenas ha visto nada!—repuso Venancio.—No hemos hecho más<br />

que atravesar desde el otro lado del río por el camino de Segovia hasta<br />

la Puerta del Sol.<br />

—Eso no vale nada: yo ando algunos días doble distancia para ir á la<br />

fábrica, y aun así, apenas conozco el verdadero Madrid subtemineo.<br />

—¡Hola!—dijo Venancio.—¡Conque vais á la fábrica por debajo de<br />

tierra! ¿Pues no me dijisteis que ibais siempre por los trapecios ó por la<br />

maroma?<br />

—Siempre no, pero con mucha frecuencia sí. Cuando llueve ó el viento<br />

es demasiado fuerte voy por la mina; pero estando despejado y sereno<br />

voy por los trapecios, que es mucho más corto y mejor.<br />

—Y mucho más elegante—exclamó Safo.—Y luego es tan agradable<br />

la impresión que se recibe al desprenderse de un trapecio y volar, digámoslo<br />

así, al otro, que no hay nada en el mundo con que poder comparar<br />

esa sensación.<br />

—Me parece—dijo doña Ruperta, mirando con extrañeza á Safo—que<br />

de buena gana daría usted un salto en los trapecios y que tiene su poco<br />

de envidia á los hombres<br />

—Envidia—interrumpió Safo,—¿y de qué? ¡Pues si yo voy y vengo<br />

siempre que se me antoja por los trapecios!

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!