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momento en contestar.<br />
—¿Pue<strong>de</strong> usted explicarme un poco más claramente lo que <strong>de</strong>sea <strong>de</strong> mí,<br />
señora?<br />
—No es cosa fácil. Presiento que ese matrimonio será un <strong>de</strong>sastre. Arruinará<br />
la vida <strong>de</strong> mi hijo.<br />
—¿Lo cree usted, señora?<br />
—Estoy segura. Mi hijo tiene i<strong>de</strong>ales muy altos. Conoce muy poco el mundo.<br />
No se ha fijado nunca en las jóvenes <strong>de</strong> su clase. Le han hecho siempre el<br />
efecto <strong>de</strong> cabezas vacías y frívolas. Pero esa mujer, que es realmente muy<br />
hermosa, hay que confesarlo, tiene el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> esclavizar a los hombres. Ha<br />
embrujado a mi hijo. Yo supuse que el arrobamiento pasaría, pues, gracias a<br />
Dios, ella no era libre; pero ahora que su marido ha muerto... —y siguió como si<br />
se arrancase algo <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro—: Tiene intención <strong>de</strong> casarse <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> pocos<br />
meses. El hecho es que la vida <strong>de</strong> mi hijo está en peligro —y añadió perentoriamente—:<br />
Hay que impedirlo, monsieur Poirot<br />
Poirot se encogió <strong>de</strong> hombros.<br />
—No digo que no tenga usted razón, señora. Creo que ese casamiento no es<br />
conveniente. Pero ¿qué se pue<strong>de</strong> hacer?<br />
—Tiene usted que hacer algo.<br />
Poirot negó lentamente con la cabeza.<br />
—Sí, sí; usted pue<strong>de</strong> ayudarme —continuó la duquesa.<br />
—Dudo que se pueda hacer algo <strong>de</strong> provecho, señora. Su hijo se negará a<br />
escuchar nada en contra <strong>de</strong> esa mujer. Aunque tampoco creo que pueda<br />
<strong>de</strong>cirse mucho en su contra. Dudo que en su pasado haya algún inci<strong>de</strong>nte<br />
<strong>de</strong>sagradable que pueda servirnos. Ha sido muy cauta.<br />
—Ya lo sé —dijo la duquesa ásperamente.<br />
—¡Ah! Entonces, ¿ya ha hecho usted averiguaciones en ese sentido? Se<br />
sonrojó un poco bajo la aguda mirada <strong>de</strong> Poirot.<br />
—Estoy dispuesta a hacerlo todo, monsieur Poirot, para salvar a mi hijo <strong>de</strong><br />
ese matrimonio.<br />
Y repitió enfáticamente la palabra «todo». Se <strong>de</strong>tuvo un momento y luego<br />
siguió:<br />
—No se asuste por dinero. Pídamelo que quiera, pero el casamiento <strong>de</strong>be<br />
impedirse. Es usted el único hombre que pue<strong>de</strong> hacerlo.