Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>de</strong> que no es ella la culpable, y ahora me sale con que ya lo sabía.<br />
Poirot sonrió.<br />
CAPÍTULO SEIS<br />
LA VIUDA<br />
Bryan Martin hizo honor a su palabra. Aún no habían pasado diez minutos,<br />
cuando ya estaba con nosotros. Mientras aguardábamos su llegada, Poirot no<br />
habló más que <strong>de</strong> cosas triviales, negándose en absoluto a satisfacer la<br />
curiosidad <strong>de</strong> Japp.<br />
No cabía duda <strong>de</strong> que nuestras noticias habían impresionado hondamente al<br />
actor. Su rostro estaba pálido y un vivo temblor agitaba su cuerpo.<br />
—Pero ¿es posible lo que me han dicho, monsieur Poirot? —exclamó<br />
mientras le estrechaba la mano, y añadió—: ¡Es terrible! Estoy trastornadísimo,<br />
no sé lo que me pasa. ¡Oh! Estoy verda<strong>de</strong>ramente consternado. Siempre creí<br />
que suce<strong>de</strong>ría algo semejante. ¿Recuerda usted que se lo dije ayer mismo?<br />
—Mais oui, mais oui —dijo mi amigo—. Recuerdo perfectamente todo lo que<br />
dijo usted ayer —y añadió—: Le presento al inspector <strong>de</strong> Policía Japp, que está<br />
encargado <strong>de</strong> la investigación <strong>de</strong> ese suceso.<br />
Bryan lanzó una mirada <strong>de</strong> reproche a Poirot.<br />
—No lo sabía —murmuró—. Podía usted haberme avisado. Se inclinó<br />
fríamente ante el inspector. Luego, sentóse, apretando fuertemente los labios.<br />
—No veo por qué me han hecho uste<strong>de</strong>s venir. Todo esto no tiene nada que<br />
ver conmigo.<br />
—Ya creo que sí —dijo amablemente Poirot—. Tratándose <strong>de</strong> un crimen, uno<br />
<strong>de</strong>be sacrificar los propios sentimientos para llegar al esclarecimiento <strong>de</strong> la<br />
verdad.<br />
—No, eso sí que no. He trabajado con Jane. Nos conocemos hace mucho<br />
tiempo. Por encima <strong>de</strong> todo es amiga mía.<br />
—¡Amiga suya, y en el momento que se entera usted <strong>de</strong> que han asesinado a