You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
ventaja <strong>de</strong> la Policía —hizo una pequeña pausa, y en seguida terminó—: Ahora<br />
<strong>de</strong>bo irme al Savoy.<br />
—¿Me permite usted que le acompañe?<br />
El inspector no opuso el menor reparo y salimos. Bryan se <strong>de</strong>spidió <strong>de</strong><br />
nosotros. Parecía muy nervioso. Nos pidió encarecidamente que no lo<br />
hiciésemos intervenir para nada en aquel asunto.<br />
—¡Qué hombre más impresionable! —contestó Japp.<br />
Poirot asintió.<br />
En el Savoy encontramos a un caballero, excesivamente ceremonioso, que<br />
acababa <strong>de</strong> llegar, con quien subimos a las habitaciones <strong>de</strong> Jane Wilkinson.<br />
Japp habló con uno <strong>de</strong> sus agentes.<br />
—¿Nada? —le dijo, lacónico.<br />
—Ha telefoneado.<br />
—¿A quién? —preguntó el inspector con ansiedad.<br />
—A «Jay», para los trajes <strong>de</strong> luto.<br />
Japp suspiró. Entramos en la habitación.<br />
<strong>La</strong> viuda, lady <strong>Edgware</strong>, se estaba probando distintos sombreros ante el<br />
espejo. Llevaba un traje muy cinematográfico en blanco y negro. Nos acogió<br />
con su <strong>de</strong>slumbradora sonrisa.<br />
—¿Cómo, monsieur Poirot? ¿Qué le trae a usted por aquí? Hola, míster<br />
Maxon —añadió, dirigiéndose al abogado—; me alegro <strong>de</strong> que haya usted<br />
venido tan pronto. Aconséjeme sobre las preguntas que <strong>de</strong>ba o no contestar.<br />
Este señor —señaló a Japp— parece creer que yo he ido esta mañana a matar<br />
a George.<br />
—Ayer noche, señora —rectificó el inspector.<br />
—Me dijo usted que había sido a las diez <strong>de</strong> la mañana.<br />
—No, señora; a las diez <strong>de</strong> la noche. ¡Si ahora no son todavía las diez! —<br />
añadió severamente Japp.<br />
Jane abrió, asombrada, los ojos.<br />
—¡Ah!, muchas gracias —murmuró—; le estoy muy agra<strong>de</strong>cida. Hacía<br />
muchos años que no me levantaba tan pronto. ¿A qué hora ha venido usted,<br />
pues?<br />
—Un momento, señor inspector —dijo el abogado Maxon con su recia voz—.<br />
¿Cuándo ocurrió ese lamentable suceso?