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—Parece que a usted no le es simpático el actual lord <strong>Edgware</strong>.<br />
—Yo no he dicho nunca eso. No estoy acostumbrada a él. No es persona<br />
seria. No niego que su compañía es agradable y que cuando se pone a hablar<br />
es muy divertido. Pero hubiese preferido que Geraldine se interesase por<br />
alguien más sensato.<br />
—Por el estilo <strong>de</strong>l duque <strong>de</strong> Merton.<br />
—No lo conozco, pero parece que toma en serio los <strong>de</strong>beres <strong>de</strong> su posición.<br />
Mas creo que está interesado por esa mujer, por esa hermosa Jane Wilkinson.<br />
—Su madre...<br />
—¡Oh! Puedo asegurar que su madre preferiría que se casase con Geraldine;<br />
pero ¿qué pue<strong>de</strong>n las madres? Los hijos, en eso <strong>de</strong>l matrimonio, nunca quieren<br />
hacer caso a sus madres —dijo miss Carroll.<br />
—¿Cree usted que el primo <strong>de</strong> miss Marsh se interesa por ella?<br />
—En la situación en que él está, poco importa que se interese o no.<br />
—Entonces, ¿cree usted que le con<strong>de</strong>narán? —preguntó Poirot.<br />
—No; no lo creo. Estoy convencida <strong>de</strong> que no es el asesino.<br />
—Pero, <strong>de</strong> todas maneras, pue<strong>de</strong> ser con<strong>de</strong>nado.<br />
Miss Carroll no replicó. Poirot se puso en pie.<br />
—No quiero entretenerla más —dijo—. ¡Ah, oiga! ¿Conocía usted a miss<br />
Charlotte Adams?<br />
—<strong>La</strong> había visto trabajar. Era muy inteligente.<br />
—Sí, mucho —se quedó meditando un momento—. ¡Ah, se me olvidaban los<br />
guantes!<br />
Al inclinarse para cogerlos <strong>de</strong> la mesa en que los había <strong>de</strong>jado, se enredó un<br />
botón <strong>de</strong> su manga con la ca<strong>de</strong>nita <strong>de</strong> las gafas <strong>de</strong> miss Carroll, y se cayeron<br />
en la alfombra. Poirot las cogió al mismo tiempo que los guantes, que también<br />
se le habían caído, y murmuró unas excusas.<br />
—<strong>La</strong>mento haberla interrumpido en sus ocupaciones —dijo al final—; pero<br />
esperaba encontrar algún dato respecto a una discusión que sostuvo lord<br />
<strong>Edgware</strong> el año pasado; por eso le he preguntado acerca <strong>de</strong> París. Creo que<br />
salvar al capitán Marsh es una empresa <strong>de</strong>sesperada, pero miss Geraldine<br />
parecía estar muy segura <strong>de</strong> que su primo no había cometido el crimen. Bueno;<br />
buenas noches, señorita, y mil perdones por haberla molestado.<br />
Llegábamos a la puerta, cuando oímos la voz <strong>de</strong> miss Carroll, que nos