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alguna palabra o frase casual <strong>de</strong>bió recordarle a Ross qué podía ser<br />
interesante algo que él sabía, pero a lo que hasta entonces no había dado<br />
importancia? ¿Recuerdas si se mencionó a Francia o a París en la parte <strong>de</strong><br />
mesa en que tú estabas?<br />
—Se nombró la palabra «París», pero no en ese sentido. Y le conté la<br />
metedura <strong>de</strong> pata <strong>de</strong> Jane Wilkinson.<br />
—Tal vez sea esa la explicación —dijo Poirot pensativamente—. <strong>La</strong> palabra<br />
«París» pudo ser suficiente. Quizá una asociación <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as con algo, pero<br />
¿qué fue ese algo? ¿Hacia dón<strong>de</strong> miraba Ross, o <strong>de</strong> qué hablaba, cuando se<br />
profirió esa palabra?<br />
—Hablaba <strong>de</strong> las supersticiones escocesas.<br />
—¿Y dón<strong>de</strong> miraba? ¿Dón<strong>de</strong>?<br />
—No estoy seguro. Me pareció que miraba hacia la cabecera <strong>de</strong> la mesa,<br />
don<strong>de</strong> estaba sentada mistress Widburn.<br />
—¿Quiénes estaban cerca <strong>de</strong> ella?<br />
—El duque <strong>de</strong> Merton, Jane Wilkinson y otras personas a las que no conozco.<br />
—El duque... Es posible que mirase hacia él cuando oyó la palabra «París».<br />
El duque, recuérdalo, estaba en París, o, por lo menos, se supone que estaba<br />
allí la noche en que se cometió el crimen. Supón que <strong>de</strong> repente Ross<br />
recordase algo <strong>de</strong>mostrativo <strong>de</strong> que Merton no estaba en París entonces.<br />
—Pero, ¡Poirot!<br />
—Sí; ya sé que tú, como la mayoría <strong>de</strong> la gente, consi<strong>de</strong>rarás esto como un<br />
absurdo. ¿Tenía el duque algún motivo para el crimen? Sí; un importante<br />
motivo. Pero suponer que ha sido él mismo quien lo ha cometido sería una<br />
tontería. Es tan rico, tiene una posición tan elevada y es <strong>de</strong> un carácter tan<br />
pacífico... Nadie trataría <strong>de</strong> investigar cuidadosamente su coartada. Y<br />
prepararse una coartada en un gran hotel es muy fácil. Dime, Hastings, ¿dijo<br />
algo Ross cuando oyó la palabra «París»?<br />
—Me parece que lanzó una exclamación.<br />
—¿Cuál era su aspecto? ¿Estaba aturdido?<br />
—Eso mismo.<br />
—Précisément. Tuvo una i<strong>de</strong>a, le pareció absurda, <strong>de</strong>scabellada. Dudó en<br />
exponerla. Al fin, venciendo sus dudas, se <strong>de</strong>cidió a hablarme; pero,<br />
<strong>de</strong>sgraciadamente, yo ya me había ido.