Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Lo que había <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la caja era realmente interesante.<br />
Contenía un estuche <strong>de</strong> maquillaje, unos zapatos <strong>de</strong> tacón muy alto, un par<br />
<strong>de</strong> guantes grises y, envuelta en un papel <strong>de</strong> seda, una peluca rubia,<br />
maravillosamente hecha, reproducción exacta <strong>de</strong> la dorada cabellera <strong>de</strong> Jane<br />
Wilkinson, peinada <strong>de</strong> igual forma, con la raya en medio y rizada por <strong>de</strong>trás.<br />
—¿Dudas ahora, Hastings? —preguntó Poirot.<br />
Debo <strong>de</strong>cir que había dudado hasta aquel momento; pero a partir <strong>de</strong><br />
entonces no dudé más.<br />
Poirot cerró <strong>de</strong> nuevo la caja y se volvió hacia la camarera.<br />
—¿No sabe usted con quién comió anoche miss Adams?<br />
—No, señor.<br />
—¿Tampoco sabe con quién cenó y tomó el té?<br />
—Del té no sé nada; pero sé que comió en compañía <strong>de</strong> miss Driver.<br />
—¿Miss Driver?<br />
—Sí; una gran amiga suya. Tiene una tienda <strong>de</strong> sombreros en Moffat Street,<br />
junto a Bond Street. Se llama «Genoveva».<br />
Poirot anotó la dirección en su block <strong>de</strong> notas, <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>l doctor.<br />
—Otra cosa, señora ¿Pue<strong>de</strong> usted recordar algo <strong>de</strong> lo que miss Adams dijo o<br />
hizo cuando volvió a las seis? Quiero <strong>de</strong>cir, algo que le pareciese a usted<br />
extraño.<br />
<strong>La</strong> camarera quedó pensativa unos momentos.<br />
—No puedo <strong>de</strong>círselo —concluyó—. Sólo recuerdo que, al preguntarle si<br />
quería tomar té, me contestó que ya lo había tomado.<br />
—¡Ah! ¿Dijo que ya lo había tomado? —interrumpió Poirot—. Pardon,<br />
continúe.<br />
—Después estuvo escribiendo cartas hasta la hora <strong>de</strong> acostarse.<br />
—¿Conque estuvo escribiendo cartas? ¿Sabe usted a quién?<br />
—Sí, señor. Una <strong>de</strong> ellas era para su hermana, que vive en Washington. Le<br />
escribía dos veces por semana. Su intención fue llevársela y echarla al correo<br />
para que pudiese salir en seguida, pero se olvidó.<br />
—Entonces, ¿está todavía aquí?<br />
—No, señor. <strong>La</strong> he echado ya al correo. <strong>La</strong> señorita se acordó <strong>de</strong> ella anoche,<br />
en el mismo momento <strong>de</strong> irse a la cama. Entonces le dije que la echaría yo hoy<br />
a primera hora; añadiendo otro sello y echándola en el buzón <strong>de</strong> las cartas