27.10.2012 Views

La Muerte de Lord Edgware

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

hacer conjeturas. Tal vez la llevase en la mano para echarla al correo y la <strong>de</strong>jó<br />

sobre la mesa <strong>de</strong>l restaurante. Él <strong>de</strong>bió leer la dirección, y presintiendo un<br />

peligro se apo<strong>de</strong>ró <strong>de</strong> ella hábilmente; <strong>de</strong>spués, con cualquier excusa,<br />

abandonó la mesa y fue a leerla; rasgó la hoja y la volvió a <strong>de</strong>jar sobre la mesa<br />

o se la entregó al marcharse, diciéndole que se le había caído sin ella darse<br />

cuenta. <strong>La</strong> forma en que esto ocurrió no tiene importancia; lo que se ve claro es<br />

que Charlotte estuvo con el asesino aquella noche, antes <strong>de</strong>l crimen o<br />

<strong>de</strong>spués, puesto que cuando salió <strong>de</strong> la Córner House había tiempo suficiente<br />

para una corta entrevista. Me figuro, aunque tal vez me equivoque, que fue el<br />

asesino quien le entregó la cajita <strong>de</strong> oro, quizá como recuerdo <strong>de</strong> su primer<br />

encuentro. Si así fue, el asesino es «D».<br />

—No veo qué papel pue<strong>de</strong> jugar en este asunto la cajita <strong>de</strong> oro.<br />

—Óyeme, Hastings: Charlotte Adams no tomaba veronal. Lo afirma así su<br />

hermana, y yo lo creo. Era una muchacha inteligente y sensata, que no sentía<br />

ninguna inclinación por esas cosas. Ninguna <strong>de</strong> sus amigas ha visto esa caja.<br />

Ni siquiera su criada. Entonces, ¿cómo es que se encontró en su po<strong>de</strong>r<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> muerta? Sencillamente, para dar la impresión <strong>de</strong> que había tomado<br />

veronal y <strong>de</strong> que lo venía tomando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía por lo menos seis meses. Pues<br />

bien: hay que suponer que se encontró con el asesino, aunque sólo fuese cinco<br />

minutos. Que bebieron juntos para celebrar el éxito <strong>de</strong> la broma y que en el<br />

vaso <strong>de</strong> la muchacha puso el suficiente veronal para impedir que se <strong>de</strong>spertase<br />

a la mañana siguiente.<br />

—Es horrible —dije estremeciéndome.<br />

—Sí; no es muy agradable —afirmó Poirot secamente.<br />

—¿Le vas a contar todo eso a Japp?<br />

—De momento, no. ¿Qué podría <strong>de</strong>cirle en concreto? El excelente Japp me<br />

contestaría que era un exceso <strong>de</strong> imaginación y que la muchacha había escrito<br />

en una hoja cualquiera. C'est tout.<br />

Miré hacia el suelo. Poirot continuó:<br />

—¿Qué le contestaría yo? Nada, puesto que es una cosa muy verosímil,<br />

aunque yo sé positivamente que no fue así, porque, sencillamente, es<br />

imposible —se <strong>de</strong>tuvo un momento. Su rostro reflejaba preocupación—. Si ese<br />

personaje fuese metódico y or<strong>de</strong>nado, hubiese cortado la hoja en lugar <strong>de</strong><br />

arrancarla, y <strong>de</strong> ese modo no nos hubiéramos dado cuenta <strong>de</strong> nada en

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!