27.10.2012 Views

La Muerte de Lord Edgware

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

»Mil abrazos <strong>de</strong> tu hermana,<br />

Charlotte.»<br />

Poirot <strong>de</strong>jó la carta sobre la mesa. Comprendí que le había impresionado.<br />

—Ya lo tenemos —dijo Japp alegremente.<br />

—Sí —dijo Poirot.<br />

Su voz tenía un tono raro. Japp le miró con curiosidad.<br />

—¿Qué es eso, Poirot?<br />

—Nada —contestó—, no es nada. Reflexionaba, eso es todo —parecía<br />

realmente impresionado—. Pero, <strong>de</strong> todas maneras, <strong>de</strong>be <strong>de</strong> ser eso —<br />

continuó, como si hablase consigo mismo—. Sí, <strong>de</strong>be <strong>de</strong> ser así.<br />

—Claro que es así; siempre lo dijo usted.<br />

—No, no. No me compren<strong>de</strong>.<br />

—¿No ha sostenido usted siempre que <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> todo este asunto estaba<br />

alguien que había metido a la muchacha inocentemente en el lío?<br />

—Sí, sí.<br />

—¿Qué más quiere usted? Poirot suspiró y no dijo nada.<br />

—No sé cómo diablos es usted. Poirot. Nada le satisface. Es una verda<strong>de</strong>ra<br />

suerte que la muchacha escribiese esa carta.<br />

Mi amigo afirmó, con mucho más ardor <strong>de</strong>l que antes había mostrado:<br />

—Mais oui. Esto no se lo esperaba el asesino. Cuando miss Adams aceptó<br />

los diez mil dólares, firmó su sentencia <strong>de</strong> muerte. El asesino creyó haber<br />

tomado todas las precauciones, y con la mayor inocencia, ella fue más lista que<br />

él. Los muertos hablan. Sí, a veces, los muertos hablan.<br />

—Bueno —dijo Japp—, tengo que hacer varias diligencias.<br />

—¿Va usted a arrestar al capitán Marsh, mejor dicho, a lord <strong>Edgware</strong>?<br />

—¿Por qué no? <strong>La</strong> acusación contra él es <strong>de</strong>finitiva.<br />

—Es verdad.<br />

—Parece usted muy abatido por ello, Poirot. Lo cierto es que a usted sólo le<br />

gustan las cosas difíciles. Tenemos aquí su propia hipótesis probada, y porque<br />

está probada, ya no le satisface. ¿No encuentra usted suficientes las pruebas<br />

que tenemos?<br />

Poirot movió la cabeza.<br />

—No sé si miss Marsh estará o no complicada —siguió Japp—; parece que<br />

<strong>de</strong>bía <strong>de</strong> estar enterada <strong>de</strong> ello, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento en que fue con él <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!