27.10.2012 Views

La Muerte de Lord Edgware

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

llamaba.<br />

—Monsieur Poirot, éstas no son mis gafas; no veo nada con ellas.<br />

—Comment! —Poirot la miró asombrado; luego sonrió—. ¡Qué tonto soy! Al<br />

agacharme a coger sus gafas, se han caído las mías, y como son muy<br />

parecidas, sin duda las he confundido.<br />

Se hizo el cambio, en medio <strong>de</strong> amabilísimas sonrisas por ambas partes, y<br />

nos marchamos.<br />

—Poirot —dije cuando hubimos salido—, tú no llevas gafas.<br />

—Hay que ser más perspicaz. ¿No ves nada?<br />

—Sí; que las gafas que has <strong>de</strong>jado caer junto a las <strong>de</strong> miss Carroll son las<br />

que se encontraron en el mone<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> Charlotte Adams.<br />

—Exacto.<br />

—¿Por qué supusiste que pertenecían a miss Carroll?<br />

Poirot se encogió <strong>de</strong> hombros.<br />

—Porque <strong>de</strong> las personas que se hallan mezcladas en el suceso, es la única<br />

que lleva gafas.<br />

—De todas maneras, no son suyas —dije.<br />

—Por lo menos, ella así lo ha dicho.<br />

—Tú siempre sospechando.<br />

—No, hombre, no. Creo que ha dicho la verdad. De lo contrario, no hubiese<br />

notado el cambio.<br />

Como íbamos andando al azar, propuse que cogiésemos un taxi; pero Poirot<br />

movió la cabeza negativamente.<br />

—Necesito pensar, y el ejercicio me ayuda. No dijo nada más.<br />

—Tus preguntas sobre París eran un simple pretexto, ¿verdad? —pregunté.<br />

—No <strong>de</strong>l todo.<br />

—Todavía no hemos <strong>de</strong>scubierto el misterio <strong>de</strong> la inicial D —dije<br />

pensativamente—. Es raro que ninguno <strong>de</strong> los que intervienen en este asunto<br />

tenga una inicial D en el nombre ni en el apellido, excepto... ¡Oh!, sí, eso sí que<br />

es raro, excepto Donald Ross. Y ha muerto.<br />

—Sí —dijo Poirot sombríamente—, ha muerto.<br />

Entonces me acordé <strong>de</strong> aquella noche que íbamos con Ross por la carretera<br />

y exclamé:<br />

—¡Caramba, Poirot! ¿No te acuerdas?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!