27.10.2012 Views

La Muerte de Lord Edgware

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Que yo sepa, no. Nunca le vi tomarlo; ni habló siquiera <strong>de</strong> ello.<br />

—¿Vio usted alguna vez en su mone<strong>de</strong>ro una cajita <strong>de</strong> oro con las iniciales C.<br />

A. en rubíes?<br />

—¿Una cajita <strong>de</strong> oro? No, no la he visto nunca.<br />

—¿Recuerda usted dón<strong>de</strong> estuvo miss Adams en noviembre último?<br />

—A ver..., un momento —recordó—. A últimos <strong>de</strong> ese mes se fue a Estados<br />

Unidos, pero antes estuvo en París.<br />

—¿Sola?<br />

—Des<strong>de</strong> luego, aunque usted no lo crea; no sé por qué, siempre que se<br />

nombra a París ha <strong>de</strong> imaginarse uno lo peor, cuando en realidad es una<br />

ciudad muy respetable.<br />

—Bien, señorita. Ahora voy a hacerle a usted una pregunta muy importante.<br />

¿Había algún hombre por el cual miss Adams estuviese interesada<br />

especialmente?<br />

—<strong>La</strong> contestación es un no rotundo —dijo Jenny lentamente-. Charlotte, en<br />

todo el tiempo que la conocí, no hizo más que ocuparse <strong>de</strong> su trabajo y <strong>de</strong> su<br />

<strong>de</strong>licada hermanita. Era el cabeza <strong>de</strong> familia y todo <strong>de</strong>pendía <strong>de</strong> ella, actitud<br />

muy digna <strong>de</strong> encomio. De todas maneras, eso lo digo yo sin ahondar<br />

<strong>de</strong>masiado en su vida, juzgando sólo por las apariencias.<br />

—¿Y si ahondáramos? ¿Cree usted...?<br />

—No me extrañaría que Charlotte se hubiese interesado por algún hombre.<br />

—¡Ah!<br />

—Claro que ésta es una simple conjetura mía. Llegó a ocurrírseme esta i<strong>de</strong>a,<br />

sencillamente, por su comportamiento <strong>de</strong> estos últimos meses. Sufrió un<br />

cambio radical, era otra distinta..., aunque no se hizo precisamente soñadora,<br />

pero estaba algo abstraída. ¡Oh, no sé cómo explicarlo! Es una cosa que<br />

cualquier mujer lo enten<strong>de</strong>ría fácilmente. A<strong>de</strong>más, es posible que esté yo<br />

equivocada al pensar todo esto.<br />

—Gracias, señorita —dijo, y añadió inmediatamente—: Otra cosa antes <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>spedirnos: ¿tenía algún amigo miss Adams cuya inicial corresponda a la letra<br />

D?<br />

—¿D? —repitió Jenny Driver pensativamente—. No, no recuerdo ninguno.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!