Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
—Ya lo sé, ya lo sé. Y esto es lo que hace el caso tan difícil. Porque,<br />
Hastings, tal como está redactada, esta carta es absurda.<br />
—Eso es una tontería.<br />
—Sí, sí. Fíjate bien, hay cosas en este asunto que pue<strong>de</strong>n ser; van unidas las<br />
unas a las otras con or<strong>de</strong>n y método, <strong>de</strong> una manera lógica. Pero esta carta<br />
resulta incongruente. ¿Quién está equivocado, Hércules Poirot o la carta?<br />
—Des<strong>de</strong> luego, tú no crees posible que el equivocado sea Hércules Poirot —<br />
dije <strong>de</strong> la manera más <strong>de</strong>licada que fui capaz. Poirot me reconvino con la<br />
mirada.<br />
—A veces, en efecto, me he equivocado; pero no en esta ocasión. <strong>La</strong> carta<br />
parece absurda y lo es... Hay algo en ella que se nos escapa y quiero<br />
<strong>de</strong>scubrirlo a todo trance.<br />
Y <strong>de</strong> nuevo se enfrascó en el examen <strong>de</strong> la dichosa carta, empleando un<br />
pequeño microscopio <strong>de</strong> bolsillo.<br />
Después <strong>de</strong> repasarla hoja por hoja, me la entregó. Yo, claro está, no pu<strong>de</strong><br />
advertir nada anormal. Estaba escrita con una letra firme y elegante, y palabra<br />
por palabra era la misma que había sido cablegrafiada.<br />
Poirot lanzó un profundo suspiro.<br />
—No hay la menor falsificación: toda está escrita por la misma mano. Pero te<br />
digo que esto es incomprensible.<br />
Se levantó, pidiéndome con gesto impaciente la carta. Se la entregué, y <strong>de</strong><br />
nuevo se enfrascó en su estudio.<br />
De pronto lanzó un grito.<br />
Yo me había apartado <strong>de</strong> la mesa y estaba mirando la calle por la ventana. Al<br />
oír el grito me volví rápidamente.<br />
Poirot parecía agitadísimo. Sus ojos brillaban como los <strong>de</strong> un felino y le<br />
temblaban las manos.<br />
—Fíjate, Hastings; ven aquí, ¡pronto!... Mira.<br />
Me acerqué. Ante él estaba extendida una <strong>de</strong> las hojas manuscritas. No vi<br />
nada raro en ella.<br />
—¿No lo ves? <strong>La</strong>s <strong>de</strong>más hojas tienen los ángulos perfectos; son hojas<br />
sueltas. Pero ésta no, fíjate; uno <strong>de</strong> los ángulos se ve que ha sido roto.<br />
¿Compren<strong>de</strong>s lo que significa? Ésta era una hoja doble, un pliego. Por tanto,<br />
falta una <strong>de</strong> las hojas <strong>de</strong> la carta.