27.10.2012 Views

La Muerte de Lord Edgware

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—No —dijo Poirot con sequedad—. Pero pue<strong>de</strong> salvar la <strong>de</strong> un inocente.<br />

—No le entiendo.<br />

—El que mata una vez, señorita, vuelve a matar <strong>de</strong> nuevo, y en ocasiones<br />

mata varias veces más.<br />

—No lo creo. No se trataría <strong>de</strong> una persona normal.<br />

—¿Quiere usted <strong>de</strong>cir que sería un monomaníaco <strong>de</strong>l crimen? Pues sí,<br />

señorita, así es. Una vida pue<strong>de</strong> trastornarse..., acaso <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una terrible<br />

lucha con la conciencia Entonces el peligro es inminente, pues el segundo<br />

asesinato resulta ya realmente fácil. A la más ligera amenaza o sospecha <strong>de</strong><br />

ser <strong>de</strong>latado, sigue el tercer asesinato, y poco a poco surge una especie <strong>de</strong><br />

orgullo artístico y es un métier asesinar. Es <strong>de</strong>cir, se acaba haciéndolo por<br />

placer.<br />

<strong>La</strong> muchacha ocultó la cara entre las manos.<br />

—¡Es horrible, horrible! ¡Eso no es cierto!<br />

—Supongamos ahora que le digo a usted que eso ha ocurrido ya, que el<br />

asesino para salvarse ha matado ya por segunda vez.<br />

—¡Qué dice usted, monsieur Poirot! —exclamó miss Carroll—. ¿Otro<br />

asesinato? ¿Dón<strong>de</strong>? ¿Quién es la víctima? Poirot movió la cabeza<br />

—Perdóneme, es sólo un ejemplo.<br />

—Menos mal; por un momento creí que realmente... —y miss Carroll añadió,<br />

dirigiéndose a Geraldine—: Ahora, si has terminado <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir disparates...<br />

—Veo que está <strong>de</strong> mi parte —dijo Poirot con una ligera inclinación.<br />

—No creo en el castigo <strong>de</strong>l cielo —dijo miss Carroll vivamente—; pero, por lo<br />

<strong>de</strong>más, estoy completamente con usted. <strong>La</strong> sociedad <strong>de</strong>be ser protegida.<br />

Geraldine se levantó y se alisó el cabello.<br />

—Lo siento —dijo—; temo haberme conducido como una loca. ¿Sigue usted<br />

negándose a <strong>de</strong>cirme por qué le llamó mi padre?<br />

—¿Que le llamó? —dijo miss Carroll con gran asombro.<br />

—Se equivoca usted, miss Marsh. Yo no me he negado a <strong>de</strong>círselo —Poirot<br />

se vio forzado a hablar claro—. Lo único que le he dicho es que lo que se habló<br />

durante esa entrevista <strong>de</strong>bía consi<strong>de</strong>rarse como confi<strong>de</strong>ncial. Su padre no me<br />

llamó, fui yo quien le pedí una entrevista por cuenta <strong>de</strong> un cliente mío, lady<br />

<strong>Edgware</strong>.<br />

—¡Ah! Ya comprendo —una extraña expresión apareció en el rostro <strong>de</strong> la

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!