You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Ronald le miró asombrado.<br />
—¿Que yo le ofrecí a Charlotte Adams diez mil dólares? Eso es una<br />
maja<strong>de</strong>ría. Sin duda, señor inspector, se han querido burlar <strong>de</strong> usted. Nunca<br />
he tenido yo diez mil dólares. ¿Y es ella quien se lo ha dicho? ¡Oh, ya no me<br />
acordaba que había muerto! —Ronald nos miró; su rostro estaba pálido como<br />
el <strong>de</strong> un difunto—. No entiendo lo que ocurre —continuó—; yo les he contado la<br />
pura verdad, aunque supongo que ninguno <strong>de</strong> uste<strong>de</strong>s lo creerá.<br />
Y ante el asombro <strong>de</strong> todos, Poirot exclamó:<br />
—Yo sí le creo a usted.<br />
CAPÍTULO VEINTIDÓS<br />
EL EXTRAÑO COMPORTAMIENTO DE HÉRCULES POIROT<br />
Estábamos en nuestras habitaciones.<br />
—¿Por qué...? —empecé.<br />
Poirot me <strong>de</strong>tuvo con el gesto más extravagante que le había visto hacer.<br />
Con los brazos en alto, me dijo:<br />
—Te lo ruego, Hastings, te lo ruego. Ahora no, ahora no. Y tras esto se puso<br />
el sombrero y salió <strong>de</strong> la habitación. Aún no había vuelto cuando, una hora más<br />
tar<strong>de</strong>, apareció Japp.<br />
—¿Está fuera nuestro hombrecito? —preguntó. Asentí, mientras Japp se<br />
<strong>de</strong>jaba caer en una silla. Enjugóse la frente con un pañuelo, pues el día era<br />
caluroso.<br />
—¿Qué diablos le pasó? —inquirió—. Le aseguro, capitán Hastings, que me<br />
hubiera hecho caer <strong>de</strong> un soplo cuando se dirigió a lord <strong>Edgware</strong> y le dijo: «Le<br />
creo.» Parecía como si estuviese actuando en un melodrama. Me <strong>de</strong>jó turulato.<br />
Le contesté que a mí me había ocurrido lo mismo.<br />
—Y ahora se va <strong>de</strong> casa —siguió Japp—. ¿Le ha contado a usted algo?<br />
—Nada —repliqué.<br />
—¿Nada?<br />
—Absolutamente nada. Cuando le fui a hablar no me hizo caso. Creí que era