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Y entonces ocurrió lo más emocionante <strong>de</strong> aquella mañana:<br />
—Tiene usted razón —dijo lentamente Poirot—. No es usted culpable y creo<br />
que ya le he castigado bastante por haberme venido a mí, Hércules Poirot, con<br />
un cuento tártaro.<br />
Nos quedamos todos boquiabiertos. Poirot siguió tranquilamente:<br />
—Tampoco podía <strong>de</strong>scartar a Geraldine Marsh. Odiaba a su padre; me lo<br />
había dicho ella misma. A<strong>de</strong>más, es una muchacha muy nerviosa.<br />
Supongamos, pues, que cuando aquella noche entró en la casa fue<br />
directamente a matar a su padre y que luego, fríamente, subió a buscar el<br />
collar <strong>de</strong> perlas. Ahora imagínense su horror al encontrarse con que su primo<br />
no ha permanecido fuera, junto al taxi, sino que ha entrado en la casa. Esto<br />
pue<strong>de</strong> explicar la agitación <strong>de</strong>mostrada por ella durante los interrogatorios, al<br />
ver acusado a su primo, a quien quiere enormemente, <strong>de</strong>l crimen que ella ha<br />
cometido. Por otra parte, esa agitación podía también probar su inocencia, ya<br />
que podría tener su origen en la creencia <strong>de</strong> que el asesino <strong>de</strong> su padre era<br />
Ronald. Había otro punto: la cajita <strong>de</strong> oro encontrada en el bolso <strong>de</strong> Charlotte<br />
Adams llevaba la inicial D y yo había oído que el capitán Marsh se dirigía a su<br />
prima llamándola «Dina». A<strong>de</strong>más, Geraldine estaba en un pensionado <strong>de</strong><br />
París durante el mes <strong>de</strong> noviembre último y era posible que se hubiese<br />
encontrado allí con Charlotte. Tal vez crean uste<strong>de</strong>s que es un poco fantástico<br />
incluir a la duquesa <strong>de</strong> Merton en la lista. Pero dicha señora vino a verme y<br />
pu<strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r que era una mujer fanática. El amor <strong>de</strong> toda su vida estaba<br />
concentrado en su hijo, y era muy probable que hubiese tramado un complot<br />
para <strong>de</strong>struir a la mujer que iba a arruinarle la vida. Luego sigue miss Jenny<br />
Driver...<br />
Se <strong>de</strong>tuvo un momento y miró a Jenny, que le observaba serenamente.<br />
—¿Y qué ha <strong>de</strong>scubierto usted en contra mía? —preguntó ella.<br />
—Nada; excepto que usted era amiga <strong>de</strong> Bryan Martin y que su apellido<br />
empieza con D.<br />
—No es mucho —contestó la joven.<br />
—Hay algo más, y es que tiene usted talento y valor suficientes para cometer<br />
un crimen así... <strong>La</strong> joven encendió un cigarrillo.<br />
—Siga —dijo tranquilamente.<br />
—Lo que tenía que <strong>de</strong>cidir era si la coartada <strong>de</strong> míster Martin era o no real.