You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
mejor no molestarle. Al llegar aquí traté <strong>de</strong> interrogarle; pero agitó los brazos,<br />
cogió el sombrero y se marchó.<br />
Nos miramos mutuamente. Japp se barrenó con un <strong>de</strong>do la sien.<br />
—Tal vez... —dijo.<br />
En aquel momento yo estaba dispuesto a admitirlo. Japp había sugerido a<br />
menudo que Poirot estaba «chiflado». Claro que siempre era en los casos en<br />
que no entendía lo que Poirot iba a hacer. En el actual me vi obligado a<br />
confesar que no entendía la actitud <strong>de</strong> Poirot. Si no «chiflado», estaba, por lo<br />
menos, sospechosamente variable. En el mismo momento en que su propia<br />
teoría se confirmaba triunfalmente, la rechazaba.<br />
Era para <strong>de</strong>scorazonar a cualquiera. Moví la cabeza con <strong>de</strong>saliento.<br />
—Siempre ha sido muy particular —dijo Japp—. Es un genio, lo admito. Pero<br />
los genios siempre están bor<strong>de</strong>ando la línea <strong>de</strong> la chifladura, a punto <strong>de</strong><br />
atravesarla a cada momento. Le gustan los casos difíciles. Un caso claro nunca<br />
es bueno para él. Ha <strong>de</strong> ser tortuoso. Y es que no le gusta la vida normal; por<br />
eso hace <strong>de</strong> la suya una especie <strong>de</strong> juego. Bueno, se habrá ido a buscar otra<br />
pista. Si las cosas salen bien, hasta es capaz <strong>de</strong> hacer trampa para volverlas<br />
más difíciles, más complicadas.<br />
No sabía qué contestarle. Estaba <strong>de</strong>masiado turbado para po<strong>de</strong>r pensar con<br />
claridad. También yo encontraba inexplicable la conducta <strong>de</strong> Poirot, y aunque<br />
apreciaba mucho a mi extraño amigo, me sentía en extremo molesto.<br />
En medio <strong>de</strong> un profundo silencio entró Poirot en la habitación. Con alegría, vi<br />
que venía tranquilo.<br />
Se quitó el sombrero muy cuidadosamente y lo <strong>de</strong>jó con el bastón sobre la<br />
mesa, sentándose en su sillón habitual.<br />
—Me alegro <strong>de</strong> que esté usted aquí, amigo Japp. Deseaba verle lo antes<br />
posible.<br />
Japp le miró sin contestar y aguardó a que Poirot se explicase. Mi amigo<br />
empezó a hablar lentamente.<br />
—Ecoutez. Japp. Estamos equivocados, completamente equivocados. Es<br />
triste admitirlo, pero hemos cometido un error.<br />
—Está bien —dijo Japp.<br />
—No, no está bien. Es una cosa <strong>de</strong>plorable y me entristece mucho.<br />
—No se preocupe por ese joven. Tiene merecido todo cuanto le ocurre.