Actas da - Xunta de Galicia

Política lingüística y educativa en Navarra
Pedro Pegenaute Garde
Director General de Universidades y Política Lingüística del Gobierno de
Navarra
El punto de partida
La lengua, sin duda, como hecho cultural y sociológico que es, está ligada a
la historia de cada pueblo, y, al respecto, Navarra no es una excepción. Sí es en
cambio Navarra una excepción por el real desconocimiento que se tiene de ella,
de su presente y de su historia, y así, se ignora, o por algunos se quiere se ignore,
que si Navarra es y ha sido tierra de contrastes, geográficos, culturales y
por ello humanos, Navarra también es y ha sido una tierra unida: unida culturalmente,
pese a las varias culturas que la han poblado durante su historia, unida
humanamente, pese a la imagen contraria que pretenden proyectar algunos grupos
minoritarios, y, desde luego, unida lingüísticamente, por un idioma común:
el español, pese a que en Navarra se hable también, muy minoritariamente por
cierto, el vascuence, que es así como se le denomina oficialmente desde la
aprobación en 1986 de la Ley Foral del Vascuence. ¿Se conocían estos hechos?
Y hablando de nuestros idiomas. En Navarra, en 1982, con la aprobación de
la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Fuero (LORAFNA),
como no podía ser menos, el castellano fue declarado nuestra lengua oficial. Sí.
Pero, en la misma Ley Foral, es verdad también que el vascuence fue reconocido
como lengua oficial (o cooficial con el castellano) en las zonas “vascoparlantes
de Navarra”. Un enorme avance y, según se mire, un gran esfuerzo.
Como lo fueron que, en el mismo 1986, el vascuence fuera reconocido como
lengua propia, que a sus dialectos (los del vascuence) se les garantizara especial
respeto y protección, que no se ha hecho hasta la fecha (esa es la verdad), o que,
a partir de ese año, se abrieran líneas de actuación positivas con el vascuence
tanto en relación a su enseñanza, como a su desarrollo y su consideración para
el acceso a las administraciones públicas. Esta es la verdad. Pero, también lo es
que, pese a todos estos esfuerzos, y otros muchos que no menciono, hoy en Navarra,
apenas sí se conocen ninguno de los siete dialectos que tuvo el vascuence,
y que, según los datos de una encuesta sociolingüística de 1996 hecha por otro
gobierno de Navarra distinto al actual de UPN, de un total de 437.000 habitantes,
1.100, tan sólo el 0,2%, eran monolingües euskaldunes; 41.000, el 9,4%,
bilingües; 42.800, el 9,48 %, bilingües pasivos, y, 352.800, el 80,6%, monolingües
castellanos. ¿Sorpresa? ¿Decepción para quienes hablan por doquier de
una Navarra bilingüe? En todo caso, y en toda democracia es lo que debiera
contar, esta es la realidad y la voluntad de la ciudadanía navarra, realidad que,
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