Actas da - Xunta de Galicia

Rosa Oller i Casellas
adultos, se consideró de gran interés para introducirlo también para los alumnos
de Secundaria y Bachillerato de nuestro Centro; unos alumnos que reciben todas
las materias en catalán, a excepción de las del castellano, el inglés y el francés.
Solicitar este material, en formato de fichas autocorrectivas y de cintas de
audio, era una situación insólita; no lo utilizaba ningún centro reglado, por lo
tanto, aunque parezca extraño, la cesión por parte de la Consellería de Cultura a
un Centro que no le pertenece (Una Escuela, es de la Conselleria d’Ensenyament)
no era posible de manera directa.
Este problema burocrático nos llevó horas de trabajo: solicitar visitas a los
respectivos responsables, convencerles de la importancia del aprovechamiento y
de la amortización de las experiencias de calidad existentes; insistir en la
efectividad y el ahorro de energía que significa no tener que inventar
constantemente algo inventado ya por otros, y facilitar lo que hay de calidad al
mayor número de profesores posible y etc. etc. Estas consideraciones siempre
recibían la misma solución: “enviad un informe escrito y ya recibirán la
respuesta, lo cual significaba encontrar el tiempo para elaborar dicho informe y,
además, mandarlo.
Así transcurrió un curso entero, el 93/94, y este largo camino permitió,
también, la reflexión de la metodología que llevaríamos a cabo a fin de
rentabilizarlo con la máxima eficacia.
¿Por qué deseábamos un Aula de Autoaprendizaje? Esencialmente porque
nos facilitaría la posibilidad de enfocar de manera distinta la metodología de las
clases de lengua.
Podíamos contar con un material clasificado por niveles: inicial, elemental,
medio y avanzado; cada uno de estos niveles clasificado por aspectos:
ortografía, morfosintaxis, léxico, vocabulario, fonética, cultura popular,
sociolingüística..; todo ello en formato de fichas autocorrectivas y además, una
batería de cintas audio con actividades de fonética y dictados, ordenados
también por distintos niveles de dificultad.
Finalmente, a principios del 2º trimestre del 94 llegó una primera partida del
material. Teníamos por un lado, un montón de fichas convenientemente
clasificadas y, por otra parte una Reforma educativa que insiste en la especial
importancia de la atención a la diversidad. Este material nos permitía lograr, en
buena parte, la atención individualizada a los alumnos, por lo tanto, nos
facilitaba la tarea diaria.
Un trabajo cotidiano que enmarcamos en unos objetivos concretos como
pauta de acción y que responden a una visión diferente y más atractiva del
aprendizaje de la Lengua, serían los siguientes:
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