Actas da - Xunta de Galicia

— 56 —
Jaume Sarramona
ha de utilizar normalmente como lengua vehicular y de aprendizaje en la enseñanza
no universitaria”. Los programas de inmersión lingüística fueron introducidos
en Catalunya en 1984, para el nivel preescolar y durante los primeros
años de la escolaridad obligatoria, tomando como modelo el ya citado de inmersión
en francés realizado en Montreal para niños de habla familiar inglesa.
De acuerdo con los principios sociológicos y pedagógicos antes esgrimidos,
el uso del catalán en la escuela se justifica en razón de que:
a) Los alumnos y las familias castellano hablantes se saben dominadoras
de una lengua de prestigio, que no está en peligro de extinción y que no
sufre marginación social, antes al contrario, es la única lengua oficial
en el conjunto del estado.
b) El catalán es una lengua románica muy próxima al castellano, de
aprendizaje fácil para los niños, que también tiene prestigio social
puesto que es la lengua propia de Catalunya además de ser oficial.
c) La mayor variedad y riqueza fónica del catalán, así como su superior
complicación ortográfica demanda de mayor insistencia en el
aprendizaje y su inicio más temprano en la lectura y escritura tendrá
efectos transferenciales para el aprendizaje posterior del castellano.
d) Como se ha indicado, los alumnos y sus familias no pierden el uso de
su propia lengua, que además será objeto de estudio en la misma
escuela.
e) En último extremo, la voluntariedad de los programas será una
salvaguarda legal para los casos que pudieran plantear problemas
especiales.
En esto momentos se podría pensar que la situación ha variado
sustancialmente respecto a los años ochenta, de manera que no haría falta
hablar de “programas de inmersión” porque el uso habitual del catalán en las
escuelas infantiles y primarias ya se ha consolidado, pero el problema
sociológico de las lenguas en confluencia sigue demandando un planteamiento
específico de la escuela al respecto. Por ello, el Consejo Escolar de Catalunya
en el momento que fue consultado por la ponencia parlamentaria que elaboraba
la citada Ley de Política Lingüística de 1997 indicó respecto a los programa de
inmersión que “no se podían dar por terminados, sino que había que seguir
aplicándolos, siempre considerando las diferencias existentes entre comarcas y
poblaciones” (documento 3/1997).
La normativa que actualmente dicta el Departament d’Ensenyament de la
Generalitat de Catalunya indica que cada centro escolar debe elaborar su propio
proyecto lingüístico, dentro del marco del proyecto educativo del centro,
teniendo en cuenta el contexto social en el cual está inmerso. En este proyecto
se determinará el momento de inicio del estudio del castellano y de las lengua
extranjeras, bajo el principio que al final de la escolarización obligatoria los
alumnos deberán dominar oralmente y por escrito las dos lenguas oficiales, con