jóvenes, culturas urbanas y redes digitales - Artica – Centro Cultural ...
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Antes el futuro también era mucho mejor. Jóvenes editores<br />
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La convocatoria 2011 del Fonca para apoyar revistas electrónicas fue declarada desierta.<br />
Una muestra, podríamos suponer, de la fuerza de las prácticas tradicionales y de la<br />
importancia que el impreso aún tiene en esta parte del mundo de la creación. Y un indicio<br />
de la transformación dispar, con tiempos variados, de cada uno de los sectores que<br />
componen el mundo editorial, y de los actores que participan en él (Rosa, 2008; Joaquín<br />
Rodríguez, varias entradas en Los futuros del libro), lo que debería alejarnos de las preguntas<br />
y respuestas fáciles, lineales, sobre el futuro o la muerte del libro.<br />
Pero pocos podrían oponerse a la afi rmación de que el mundo del libro está cambiando.<br />
Los tiempos heroicos de la edición, como los defi nió Pierre Bourdieu, comienzan a ser<br />
historia. Iván Illich, en El viñedo del texto (2002), un texto dedicado a conmemorar el<br />
nacimiento de la lectura escolástica, afi rmó: “el libro ha dejado de ser la metáfora raíz de<br />
la época; la pantalla lo ha reemplazado. El texto alfabético es una más de las múltiples<br />
formas de codifi car algo, que ahora se denomina ‘mensaje’”. Georges Steiner (2009),<br />
por su parte, en un escrito multicitado, sostiene: “la cultura libresca puede reconocerse<br />
ahora claramente como un fenómeno de una época y no como un paso lógicamente<br />
necesario en el progreso hacia el uso racional del alfabeto”. (2002: 9). Y claramente el<br />
libro ha cedido su centralidad como forma exclusiva para la transmisión de conocimientos,<br />
su lugar privilegiado que ocupó durante siglos, mientras “constituyó el único medio<br />
a través del cual los textos complejos podrían ser trasladados en cantidades a lo largo<br />
del tiempo y las distancias, casi todos creían que leer tenía consecuencias vitales”. W.<br />
ST. Clair ( 2004: I).<br />
Por ello llama la atención la poca vitalidad que encontramos en este sector, aunque no<br />
debería extrañarnos si algo apenas en ciernes se dibuja en un mercado más sólido, como<br />
es el español. Y nuevamente, valga presentar aquí su perfi l para asomarnos al nuestro.<br />
En una reciente entrada (10 de octubre de 2011) en su blog Libros y bitios, el editor español<br />
José Antonio Millán traza las primeras pinceladas con las que quiere dibujar a unos<br />
<strong>jóvenes</strong> editores independientes y <strong>digitales</strong> que encontró en la feria Liber Digital. Como<br />
no hay prácticamente nada escrito al respecto valga aquí citar con cierta extensión este<br />
identikit: “son muy <strong>jóvenes</strong>, tienen proyectos en fase de inicio geor, están por todas partes:<br />
Barcelona, Madrid, Valencia, la mayoría editan sólo digitalmente, muchos están en la<br />
edición digital porque la ven como la única salida para publicar, se mueven entre la apertura<br />
más completa de la obra y el uso de canales cerrados y de pago, pero tienen por lo<br />
general una política anti DRM, abarcan un abanico amplio de géneros: de infantil a narrativa<br />
y ensayo, pasando por clásicos, algunos apuestan por géneros poco extensos, no<br />
aptos para una obra impresa, editan para un abanico de formatos y plataformas: web,<br />
iPhone/iPad, e-readers, muchos de sus proyectos quieren llegar al público más allá de las<br />
fronteras del estado español, no se fían de las distribuidoras <strong>digitales</strong> generales, por lo<br />
que venden por lo general desde sus propias webs, algunos buscan complicidades en librerías<br />
y bibliotecas, tratan de llegar al público a través de las <strong>redes</strong> sociales, pero se<br />
quejan de que esto no les genera ni muchas ventas ni comunicación con sus lectores,<br />
tienen difi cultad para dar visibilidad a las obras que editan, fi jan el precio de venta procu-