jóvenes, culturas urbanas y redes digitales - Artica – Centro Cultural ...
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Jóvenes, <strong>culturas</strong> <strong>urbanas</strong> y <strong>redes</strong> <strong>digitales</strong><br />
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12.3 Del autorretrato a la autofoto<br />
En febrero de 2006 un artículo en el New York Times llamaba al autorretrato el arte folk<br />
de la era digital (Williams, 2006). El éxito popular sin precedentes de esta práctica en la<br />
historia de la fotografía puede verse comparando el número de estas fotos que podemos<br />
encontrar si visitamos algunas de las páginas de cualquier red social con investigaciones<br />
como la de Guy Stricherz (2002), que incluye fotografías de quinientas familias<br />
americanas. Allí se revisaron más de cien mil fotos durante los diecisiete años que<br />
duró la compilación del libro, pero sólo se encontraron cien autorretratos. De manera<br />
que el autorretrato ha pasado de ser una práctica minoritaria y artística, heredera del<br />
autorretrato pictórico, a convertirse en la práctica generalizada de la autofoto o autorretrato<br />
digital, gracias a la invención de las cámaras <strong>digitales</strong>, su convergencia con los<br />
móviles y otros dispositivos, y la creciente presencia y necesidad de fotos personales<br />
en Internet, con la aparición de los medios sociales, basados en perfi les personales. Así<br />
se multiplica la presencia y producción de autofotos que guardamos en los móviles,<br />
envíamos en MMS, enseñamos y compartimos en nuestros perfi les en distintas webs,<br />
<strong>redes</strong> sociales, medios sociales, páginas de contactos y aplicaciones de mensajería<br />
instantánea.<br />
Los autorretratos que observamos en la red revelan diferentes niveles de destreza: a<br />
menudo borrosos, desenfocados, oscuros o sobreexpuestos. Estos errores aparentes<br />
no son un obstáculo para su exhibición ya que añaden autenticidad, encanto, e incluso<br />
un plus de excitación cuando se trata de intercambio de imágenes eróticas. Los autorretratos<br />
observados a menudo han sido modifi cados antes de ser mostrados: pasados a<br />
blanco y negro, retocados con Photoshop o decorados con distintos motivos. Estas fotos<br />
forman parte de modos de comunicación visual cuya efi cacia es subrayada por muchos<br />
de los entrevistados. Permiten ahorrar tiempo y explicaciones, además de operar<br />
como selectores de nuestros contactos, a través de lo que cuentan de nosotros.<br />
El sentido de las imágenes y la práctica es el complejo resultado de esa agencia compartida<br />
formada por los dispositivos y sus aplicaciones, los individuos y grupos, las plataformas<br />
y sus características y regulaciones, las normas de uso formales y las reglas de<br />
etiqueta informales, las intenciones de usuarios, comercializadores y reguladores, y<br />
también lo que escapa a esa intencionalidad. Así, por ejemplo, en diferentes plataformas<br />
las mismas fotos tendrían distintos signifi cados. En las prácticas de la autofoto se<br />
generan a su vez convenciones, tanto en la producción de imágenes como en las ocasiones<br />
y formas de compartirlas, en las secuencias esperadas al intercambiarlas, o en sus<br />
usos como formas de don o recompensa.<br />
Según los participantes en la investigación, en Facebook “te ven quienes te conocen”,<br />
por lo tanto hay más pudor acerca de lo que se muestra. Es un espacio para la socialidad,<br />
también para publicar “fotos homenaje” (a una persona, un día, una situación, un<br />
viaje). Es “como la plaza del pueblo”, donde se cuelgan “cosas que enseñaría a cual-