11.07.2015 Views

exlXfk

exlXfk

exlXfk

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

61aniquilación del indio, al que calificaba de salvaje y, por tanto, como una amenaza de volver al estado bárbarosino se eliminaba de la faz argentina.El gaucho, de enorme peso histórico, sería socialmente superado por el progreso. Quedaría como unrepresentante de la nación primitiva y bárbara. El argentino del futuro sería un individuo civilizado, urbano,educado y trabajador. Este sueño, en 1845, cuando escribió el Facundo parecía muy lejano. Pocos añosdespués, Sarmiento y sus compañeros de generación lo llevarían a la práctica, participando activamente en lavida política.Un punto de inflexión en la historia argentina del siglo XIX es el gobierno de Juan Manuel de Rosas, en cuyocontexto se produce, en 1845 en Santiago de Chile, durante el exilio de Sarmiento, el Facundo, primerocomo publicación periódica y luego compilado en un libro. Sarmiento escribe condicionado por la instituciónsocial que se encarna, en este caso, en el poder de Rosas.La figura del Restaurador [Rosas] seria referente ideológico ineludible de la literatura argentina del siglo XIX.Desde que Rosas aparece en el panorama político, hacia 1820, su figura se incrusta en todas las corrientesde opinión, afecta en diversos planos la sensibilidad colectiva y se vuelve materia polémica inagotable. Supropio tiempo y la posteridad han dado a su silueta contornos casi fabulosos.El principal texto generado por el rosismo es, sin lugar a dudas, el Facundo. Texto sin género en el que se lopueda clasificar, biografía de Quiroga, pero también autobiografía literaria del propio Sarmiento, ensayo,novela -incluso, fue considerado como novela histórica, estudio sociológico y antropológico, panfleto (estadenominación es del propio Sarmiento), por debajo de todas estas taxonomías se cuela irreparablemente lafigura de Rosas. En una de las tantas lecturas posibles, Facundo es la condena del gobierno rosista.El Facundo no es el primer texto que hace explícita en la Argentina la antinomia civilización-barbarie, pero esa todas luces el que la consolida de una vez y para siempre. Sin embargo, desde el mismo y célebrecomienzo de su “Introducción”: “¡Sombra terrible de Facundo, voy a evocarte...”, Sarmiento deja entrever sufascinación por la figura de Quiroga, así como en el Capítulo I, “Aspecto físico de la República Argentina ycaracteres, hábitos e ideas que engendra”, deja caer su no menos conocida sentencia: “El mal que aqueja ala República Argentina es la extensión”, para enseguida extenderse sobre un tópico de la literatura nacionalde la época: el desierto.Sarmiento no duda en atribuir la barbarie tanto al desierto y la campaña como al poblador de ésta, el gaucho -en cuanto al habitante del primero, el indio, resulta significativa su casi completa omisión; para el autor, elaborigen casi no cuenta-, así como a la urbe que se ha quedado detenida en el tiempo, la ciudad de Córdoba,que aún representa los ideales colonialistas españoles, manifestados principalmente en su religiosidad. La

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!