IBEROAMÉRICA
Miradas2015
Miradas2015
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
CAPÍTULO 1<br />
Este último conjunto de cambios se vincula directamente con el cuarto contexto de cambios,<br />
el de las transiciones epistemológicas que han operado durante los últimos cien años. Estas pasaron<br />
de un modelo en el que «la verdad» se revelaba de manera progresiva a través de precursores<br />
y de una capacidad de observación cada vez mayor, a otra en la que operan diversos complejos de<br />
saberes que construyen perspectivas de lo real desde distintos campos del conocimiento a través<br />
de teorías, metodologías y técnicas que se complementan entre sí. Además, en especial en el territorio<br />
de las llamadas ciencias humanas y sociales, se abren nuevas interrogantes sobre el lugar<br />
que ocupan los diversos pueblos, lenguas y culturas en el contexto de los sistemas civilizatorios<br />
mundiales, y se transita de una visión que pensaba a la civilización occidental como la ruta hacia el<br />
progreso y el modelo único y necesario a seguir por los «otros», a una que reconoce la existencia<br />
de una diversidad de modos de vida, pueblos y procesos civilizatorios, con niveles de complejidad<br />
similares y complementarias y no únicamente basadas en el desarrollo de estructuras identificadas<br />
con el progreso urbano, tecnológico e industrial en que se ha basado el crecimiento capitalista.<br />
Es en este contexto que, tanto desde los campos del conocimiento de la historia y la antropología<br />
como desde los propios sujetos que pertenecen a los pueblos diversos, se han generado cambios<br />
radicales en los sistemas de identidades étnicas, sociales, culturales y de género, entre otras,<br />
los cuales constituyen el quinto eje propuesto, en la medida que estas diversidades han demandado<br />
y logrado cada vez mayores condiciones de visibilidad y respeto a sus derechos.<br />
En cuanto a las dos últimas transiciones, es importante mencionar que es hasta la segunda mitad<br />
del siglo xx que se empiezan a postular nuevos paradigmas que superan la disyunción entre lo<br />
innato y lo adquirido, la superioridad de la «raza blanca» y la imagen ideal del ser humano centrada<br />
en el varón adulto, para transitar hacia el reconocimiento de la unidad de toda la especie<br />
humana y lo que podría llamarse la muerte del «otro» y la emergencia del reconocimiento de los<br />
valores de la diversidad.<br />
El tránsito, acompasado desde los espacios que cuestionaban la soberbia de un modelo civilizatorio<br />
centrado en la exclusión y la creencia a fe ciega en las bondades de un progreso basado en<br />
una Ciencia, una Filosofía, una Religión, un modelo de familia comandado por un padre, permitió<br />
que se escucharan –y poco a poco se posicionaran– otras voces articuladas por el eje común<br />
de los derechos de todos aquellos que hasta ahora han requerido de un tutor: las mujeres, los<br />
niños, los indígenas… en fin, los derechos de la diversidad, y a la vez el reconocimiento de que es<br />
precisamente esta diversidad uno de los valores más importantes no solo para la sobrevivencia<br />
de la especie humana, sino del planeta en su totalidad.<br />
Se estima que en la actualidad habitan en América Latina alrededor de 150 millones de afrodescendientes<br />
y entre 40 y 50 millones de indígenas, para quienes inició una nueva historia a partir<br />
del siglo xvi con el descubrimiento y conquista de América. Este continente y el mundo en su<br />
conjunto iniciaron desde ese momento la creación de un nuevo orden geopolítico que tardó<br />
más de tres siglos en consolidarse, hasta que en los albores del siglo xix comenzó la aventura<br />
18