IBEROAMÉRICA
Miradas2015
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CAPÍTULO 1<br />
los aspectos políticos, económicos, sociales y culturales de la sociedad, y la promoción de un<br />
mayor conocimiento y respeto de la diversidad de la herencia y la cultura de estas personas. 64<br />
Posteriormente, en resolución aprobada por la Asamblea General a/res/68/237 de diciembre de<br />
2013 se proclamó el Decenio Internacional de los Afrodescendientes, que dio inicio el 1.° de enero<br />
de 2015 y concluirá el 31 de diciembre de 2024. El tema es «Afrodescendientes: reconocimiento,<br />
justicia y desarrollo». 65<br />
La firma de estos instrumentos ha permitido comprender que el compromiso que tienen los Estados<br />
para con estos grupos sociales no se puede limitar únicamente a la urgencia por solventar<br />
los rezagos y disminuir las desigualdades y que tampoco se trata únicamente de saldar una deuda<br />
histórica. La aprobación de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los<br />
Pueblos Indígenas es el reconocimiento tácito de que el compromiso de reconocer la diversidad<br />
es un derecho de los pueblos.<br />
El derecho a la educación 66<br />
El derecho a la educación ha recibido una gran atención por parte de la comunidad internacional.<br />
Es ampliamente aceptado que el ejercicio de este derecho contribuye a ampliar tanto la formación<br />
y el desarrollo humano como la libertad de las personas. En particular, se reconoce que a<br />
través de ella se aumentan las capacidades de búsqueda, procesamiento y aprovechamiento de<br />
la información.<br />
María Isabel Mena García, especialista colombiana, afirma que:<br />
(…) la educación debe ser la protagonista principal en el proceso que deviene, ya que en las<br />
mismas bases del Plan de desarrollo colombiano, se refuerza la idea de la educación como<br />
instrumento ideal para la paz y el avance nacional. El sistema educativo, quizás como ningún<br />
otro derecho, abre el camino para el logro de una sociedad más humana y progresista; porque,<br />
es precisamente allí, donde, se logran transformar las mentalidades, sobre la paz, sobre el respeto<br />
por la otredad, garantizando la presencia concreta de la comunidad afrodescendiente y<br />
los pueblos originarios. Una vez sancionadas las particularidades de toda la infancia, con sus<br />
historias y memorias, con sus lenguas y tradiciones, entonces este sistema educativo estará<br />
cimentado sobre bases sólidas que son las que requiere nuestra sociedad para salir de tantas<br />
décadas de guerra fratricida.<br />
No obstante si el pilar de la educación, puesto como brújula nacional continua reproduciendo<br />
los mismos paradigmas instituidos sobre generalidades sin dar cuenta de las particularidades<br />
territoriales y étnicas, desperdicia una oportunidad gigantesca de transformación de los índices<br />
de medición de avance en el derecho a la educación. En ese proceso, el primer paso es enunciar<br />
en todo el ciclo de la política pública los sujetos con nombre y apellido, en este caso niñez afro,<br />
64<br />
http://www.oas.org/es/sla/ddi/afrodescendientes_año_internacional.asp<br />
65<br />
http://www.oas.org/es/sla/ddi/docs/A-RES_68-237_NU.pdf<br />
66<br />
Esta sección se apoya parcialmente en un manuscrito no publicado de Hector V. Robles V.<br />
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