libro epistemologias.pdf - Pratec
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Las actitudes divertidas y sorprendidas de los niños y comuneros nos muestran la poca<br />
vigencia de esta forma de razonamiento, plantear esta pregunta aparece como incoherente<br />
y no es comprendida por los comuneros, y todo ello también está vinculado con la lengua<br />
quechua donde no existe este tipo de formulaciones en los discursos cotidianos de la<br />
comunidad. Este tipo de preguntas más bien son tomadas de manera integral, o sea si se<br />
les plantea de esta manera, los comuneros consideran que lo que se pretende es averiguar<br />
otros aspectos de su vida, una pregunta de estas características -considerada incoherente<br />
por los comuneros- provoca reacciones divertidas, de asombro y hasta de ofensa. Esto es<br />
así pero de manera relativa, algunos de los comuneros que han asistido por largo tiempo al<br />
sistema educativo, ven como un conocimiento de mucho prestigio la capacidad de colegir<br />
los silogismos, puesto que el sistema educativo realza el procedimiento deductivo formal. Y<br />
como dice Ong “El silogismo es, por lo tanto, como un texto, fi jo, separado, aislado” donde<br />
la refl exión, o más propiamente la abstracción, requiere ser utilizada como una herramienta<br />
mental para relacionarlos. La percepción problemática empieza cuando estas evidencias<br />
las ponemos a la luz de la teoría de Piaget, quien afi rma que en el periodo preoperacional,<br />
de los 2 a los 7 años, el niño adquiere habilidades verbales y empieza a elaborar símbolos<br />
de los objetos que ya puede nombrar, pero en sus razonamientos ignora el rigor de las<br />
operaciones lógicas. Será después, en el estadio operacional concreto, de los 7 a los 12<br />
años, cuando sea capaz de manejar conceptos abstractos como los números y de establecer<br />
relaciones, estadio que se caracteriza por un pensamiento lógico. De lo afi rmado se puede<br />
plantear la siguiente pregunta, ¿Será que los comuneros adultos todavía no han superado el<br />
estadio operacional concreto?<br />
Cuando a uno de los comuneros se le preguntaba qué era una persona, él contestaba diciendo<br />
que “persona somos tu y yo”; al preguntar a los niños sobre qué era un perro o una escuela,<br />
no respondían con una defi nición, más bien señalaban la cosa. Algunos niños daban algunas<br />
explicaciones sobre lo que era un perro, y para completar su explicación y para que quede<br />
claro lo que dijo, indicaban el animal, o lo buscaban en los dibujos. Una de las niñas me<br />
decía que la escuela era: “el lugar donde van los niños, donde enseña el profesor, el lugar<br />
donde viniste a visitarnos ayer”. Las referencias para defi nir un ser o cosa se dan a partir<br />
de de una situación vivida.<br />
Durante el tiempo de la cosecha, los comuneros trasladan los hatos de trigo al lugar donde<br />
los van a trillar. Durante el traslado vienen cantado una canción ritual que se llama haycha.<br />
Esta canción es muy hermosa y solo la cantan los varones. En una ocasión uno de los niños<br />
preguntó a su tío por qué cantaban esa canción, el comunero les explico diciendo:<br />
Tenemos que cantar porque estamos muy alegres, y el trigo y la cebada están muy alegres.<br />
Y cuando cantamos lo debemos hacer en voz alta para que nos escuchen las nubes que<br />
ahora se han ido, las nubes están lejos y tienen que escucharnos, si nos escuchan ellas dirán<br />
que estamos contentos por la cosecha y vendrán en el tiempo de las lluvias.<br />
Este relato no muestra que la vivencia de los comuneros, es en relación directa con el<br />
entorno, las emociones, sean estas de alegría, tristeza o entusiasmo no provienen de una<br />
interiorización de los afectos, provienen del entorno natural. Si estoy alegre es porque el<br />
trigo (que es nuestro padre Huambo Tayta) o la cebada (que es nuestra madre Paraqay<br />
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