Año 10, t. 14, entrega 1 (1903) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

Anales de la Universidad 187
tro de la fiel ejecución de los reglamentos caben siempre discretas
tolerancias y concesiones, inspiradas en el deseo de allanar las dificultades
inherentes á la actividad y rapidez de las operaciones
aduaneras. Excederse en precauciones para evitar las irregularidades
é incorrecciones porque á veces incurran en ellas comerciantes
poco escrupulosos, puede ser tan perjudicial para los intereses
nacionales, como el relajamiento de las reglas que deben observ^arse
en el fiel cumplimiento de las leyes fiscales. Es opinión generalizada
entre comerciantes, que el tránsito de mercancías tiende
á disminuir debido á las precauciones á que está sujeto este tráfico,
siendo así que las bien entendidas conveniencias del país, reclaman
las mayores facilidades para que aumente y prospere el
comercio nacional. La cámara de comercio no hace suya, esa opinión,
por otra parte inexplicable desde que no encuentra que las
leyes de aduana sean perjudicialmente restrictivas, pero deplora
que se haya dado motivo para que las profese el comercio.
«L Los derechos de aduana que corresponden á las mercaderías
no comprendidas en la tarifa se liquidan según su valor en depósito
declarado en el permiso por el despachante, pudiendo la
aduana retener en el término de 48 horas, contadas desde la inspección
del vista, por cuenta del estado, las mercaderías cuyo valor
declarado considere bajo, pagando inmediatamente á los interesados
el valor declarado con un 10 por ciento de bonificación,
en letras á 90 días vista, que podráu autorizarse á menos plazo,
recibiéndose en pago de derechos (artículo 149). Esa facultad
reservada á la aduana parece excesiv^a y ha sido siempre muy censurada.
El valor en depósito de un artículo comprende su costo
según factura, flete y demás gastos hasta su entrada á la aduana,
y puede ocurrir que sea muy bajo, porque el introductor haya
aprovechado de circunstancias excepcionales para comprarlo. La
manifestación del valor habrá sido exacta, pero como se tratará de
mercaderías especiales que no figuran en la tarifa, la apreciación
del vista no se fundará en el precio corriente en depósito, desde
que no se exige la exhibición de la factura, ni se le prestaría fe si se
presentase, sino que se tomará por base el precio corriente en
plaza de esa mercadería especial, menos el derecho que considere
aplicable. Es mucho más equitativo el procedimiento de la aduana