Año 10, t. 14, entrega 1 (1903) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

Anales de ¡a Universidad 283
las cuales se establece que en el caso de que sean invadí
das las facultades propias de la Administración, tiene ésta
dos medios de defensa: el ordinario consistente en la excepción
de incompetencia y el extraordinario de la promoción del
conflicto.
Consideramos que si con el primero de esos medios se
quiere evitar la demora que el procedimiento del conflicto
pueda ocasionar, es aquél completamente inútil por cuanto
ese resultado puede obtenerse con el pedido de inhibitoria,
que es, como más adelante veremos, el paso previo del conflicto
En segundo lugar, la excepción de declinatoria si bien
puede constituir un procedimiento muy apropiado cuando se
discute la competencia de una ú otra jurisdicción dentro del
orden Judicial, y bajo la condición del sometimiento á la de
cisión del Juez ante el cual se haya deducido el recurso, no
puede lógicamente ser aplicable al caso que supone nuestro
articulo 260, en el cual la Administración desconoce toda
intervención judicial alegando la exclusividad de la suya, no
como parle sometida al fallo de la declinatoria, sino como
autoridad obligada á la defensa del libre ejercicio de las
facultades que le son acordadas por la ley.
2.—Tienen precisa aplicación al caso las siguientes pala
bras con que el profesor Gianquinto defendía la institución
cíe que tratamos contra los que la criticaban como una fantasmagoría
francesa completamente inútil dado el recurso de
la declinatoria, é incompatible con el sistema abolitivo de lo
contencioso administrativo adoptado por la ley de 20 de
Marzo de 1865:
"Nosotros ignoramos cuándo la razón científica haya ense
nado que abolido por lo general entre nosotros lo contencioso
administrativo, la Administración pública haya dejado
de ser autoridad, Poder público, separado é independiente
de la autoridad judicial en la esfera de su acción legal. Ella
está sí, sujeta á la jurisdicción de los Tribunales en la materia
de los derechos de los ciudadanos; pero en la materia
puramente administrativa de meros intereses, no eitá sujeta