Año 10, t. 14, entrega 1 (1903) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

Anales de la Universidad
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tados los ejercicios doctrinales á los domingos y días festivos de
los meses de febrero, marzo y alml, salvo para los escuadrones de
caballería que los tendrían por espacio de quince días consecutivos
cada año. El código militar, sancionado muchos años después,
estableció el enrolamiento obligatorio desde los 17 hasta los 45
años y mantuvo los ejercicios doctrinales durante los domingos y
días festivos de los meses de febrero, marzo y abril. Son disposiciones
que han estado permanentemente en desuso y de las que
sólo han echado mano los gobiernos en los casos de guerra ó de
grave conmoción interna. En cuanto al ejército de línea, la ley de
julio 20 de 1874, establece expresamente que su servicio no es
obligatorio, ni tampoco puede imponerse como pena correccional;
que el reemplazo se practicará por servicio voluntario ó por enganche;
que los individuos no contratados serían en el acto licenciados.
Confirmando las sabias doctrinas de esa ley, establece el
código militar vigente que el ejército debe reclutarse entre iiombres
voluntarios ó contratados que sean mayores de die., y siete
años y menores de cuarenta, que tengan una talla de un naetro
cincuenta y seis centímetios arriba, que posean una constitución
robusta, que no hayan sido condenados á penas aflictivas ó infamantes
y que se obliguen d servir dos años los voluntarios y cinco
los contratados. También estas disposiciones han estado y continúan
estando parcialmente en desuso. A falta de voluntarios y de
contratados, el odioso sistema de la leirt, abolido expresa y terminantemente
por la ley de 31 de marzo de 1853, se ha encargado
de llenar los claros del ejército, promoviendo la despoblación de la
campaña. Los malos tratamientos de los cuarteles, la escasez de
la paga y los abusos incalificables de los proveedores, promovieron
hace años esa odiosa caza del hombre, contra la que es necesario y
urgente reac;;iouar, prestigiando el servicio militar con tratamientos
más humanos y la entrega efectiva de su remuneración al soldado,
Justo es reconocer que nuicho se ha adelantado en esc camino
durante los últimos tiempos.
Otro impuesto personal existe en la república, después de la
ley de noviembre de 1891, que impone á todos los vecinos mayores
de edad la obligación de concurrir á la extinción de las mangas
de langostas^ en las regiones invadidas por esos insectos. 8e