Año 10, t. 14, entrega 1 (1903) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

28 Anales de la Universidad
do lo juzguen necesario, en resguardo de los intereses públicos; en
los casos de liquidación ó de quiebra los billetes gozarán de absoluta
prclación; el domicilio de los bancos será la ciudad ó villa
donde estuvieren radicados, quedando en un todo sujetos á la legislación
de la república; en ningún tiempo y por causa dé interés
propio ó de circunstancias políticas, podrá el gobierno imponer
empréstitos á los bancos ni otorgar concesiones en contravención
á las leyes ó que importen viciar las instituciones de crédito; el
mismo gobierno, en sus contratos con los bancos, será considerado
como los particulares, y en consecuencia, sujeto á las reglas establecidas
y á lo que dispongan las leyes generales sobre la materia-
Apenas promulgada, fué sometida á duras pruebas esta reglamentación
orgánica. La dictadura del general Flores, que había
declarado « nulo y atentatorio » el decreto del gobierno de Aguirre
suspendiendo la conversión de los billetes ante el asalto y el
bombardeo de la plaza de Montevideo, que parecían inminentes,
impuso dos veces seguidas, en 1866 y 1867, ese mismo régimen
nulo y atentatorio. Al año siguiente, en 1868, derrumbáronse con
estrépito casi todas las instituciones emisoras y se puso á la orden
del día el problema de la eficacia de la legislación vigente. Oigamos
la opinión de algunos de los que se ocuparon del asunto en las columnas
de la prensa.
DISCUSIÓN DE ESE REGLAMENTO DESPUÉS DE LA CRISIS
Establece el señor Fauvety que los billetes fraccionarios que
según la ley de 1865 podían lanzarse hasta el 20 % de la emisión
de cada banco, expulsaron del mercado gruesas sumas de metálico,
principalmente plata, pudiendo afirmarse, sin temor de incurrir en
equivocaciones, que la mitad de la emisión total ha estado representada
por billetes menores, difícilmente convertibles y de
rápida inutilización en los cambios. FJran tan tentadoras las ganancias,
que ciertos gerentes pagaban premios á sus corredores
para que estimularan la difusión do la emisión fraccionaria. El
primer decreto de inconversión de la dictadura fué provocado por
el millón de pesos que el gobierno adeudaba al banco Mauá y que
no podía devolverse en el acto; y el segundo, á solicitud de un solo