Año 10, t. 14, entrega 1 (1903) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

Anales de la Universidad 307
Parlamento italiano discutía la ley del 77 que sometió la
decisión de los conflictos á la Corte de Casación.
La otra solución, ó sea la de que el Tribunal mixto elija
Presidente á un tercero extraño á los dos Poderes, no se
presta á tantas objeciones, pero aún así la forma que establece
para el nombramiento de Presidente, no nos parece
admisible dentro de los téraiiiios de nuestra Constitución, que
no da al Tribunal superior facultad para nombrar ninguno
de sus miembros, los cuales deben ser nombrados por el
Cuerpo Legislativo.
8.—Se ha hablado también de dar la presidencia del Tribunal
de Conflictos al Presidente de la Asamblea General, y
de conüar las funciones de dicho Tribunal al Senado. A nuestro
juicio, ambas soluciones son inaceptables. Por principio
general no deben acumularse las funciones de legislador y
juez. En segundo lugar, los cargos del Senado no son per
manentes ni profesionales, de manera que los que los desempeñan
pueden esperar ciertos favores del Ejecutivo, aún
para su reelección, sino como Senadores como Diputados.
Estos y otros motivos políticos pueden dar por resultado que
tanto el Presidente como los demás miembros mencionados
tengan con el Poder Ejecutivo más vinculaciones peligrosas
que las que puede tener con el Juez ó Tribunal interesado
en la contienda el Presidente de la Alta Corte que desempeña
un cargo profesional é inamovible.
g.—Por todas las consideraciones que preceden, creemos
que dentro de nuestro sistema constitucional la solución está
en la Alta Corte de Justicia, que es ya por su composición
un Tribunal mixto, puesto que puede estar formado en parte
por miembros no letrados, con el objeto sin duda de que
puedan figurar en ella magistrados experimentados en cuestiones
de Administración, y acaso también funcionarios administrativos
en ejercicio, puesto que la incompatibilidad para
acumular ambos cargos sólo existe por ley —la de Marzo 11
de 1869 y si bien esa imposibilidad debe mantenerse para
todos los demás casos, debe por el contrario excluirse como
medio de conseguir una garantía indispensable en la materia
de conflictos que estudiamos.