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Año 10, t. 14, entrega 1 (1903) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

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Anales dt la Universidad 11<br />

permiten foimarideade la magnitud <strong>del</strong> capital metálico distribuido<br />

en el país que no figura absolutamente en las cajas de los<br />

establecimientos bancarios. Keferiremos uno de ellos.<br />

El 25 de febrero <strong>del</strong> año 1896 los gerentes de bancos y varios<br />

representantes <strong>del</strong> comercio importador, se dirigieron á la cámara<br />

nacional de comercio denunciando la existencia de cóndores chilenos<br />

faltos de peso, cuyo hecho originaba dificultades y conflictos<br />

en las transacciones, que era conveniente estudiar y solucionar con<br />

tiempo. Algo parecido había ocurrido años antes con las onzas de<br />

oro, que ya no se acuñaban y que estaban muy desgastadas por el<br />

uso, determinando en 1876 una reducción en su valor legal, cuya<br />

circunstancia agregada al temor de posibles desmonetizaciones,<br />

promovieron la inmediata expulsión de esas piezas, que no han<br />

vuelto á circular en plaza. En una reunión de banqueros promovida<br />

por la cámara de comercio, á fines de marzo de 1896, se declaró<br />

que los cóndores carecían <strong>del</strong> peso legal en su mayor parte?<br />

y se resolvió, á la espera de una resolución gubernativa, admitirlos<br />

con una tolerancia en el peso de <strong>10</strong>3 miligramos. Adhirió el gobierno<br />

á la medida, estableciéndose que serían de rechazo todos<br />

los cóndores que no tuvieran un poso mínimo de quince gramos<br />

ciento cincuenta miligram os. Pero el convenio no dio los resultados<br />

que se esperaban y quedó sin efecto desde los primeros días<br />

<strong>del</strong> mes de abril, en virtud de que las desconfianzas reinantes importaban<br />

de hecho la desraonetización de las piezas. Hicieron entonces<br />

los bancos lo que debieron hacer desde el principio: comprar<br />

los cóndores al peso y exportarlos como si fueran oro en lingote.<br />

De los datos recogidos prolijamente por uno de los banqueros<br />

más competentes, resulta que desde el día 3 de abril en que se<br />

iniciaron las remesas, hasta el 17 de mayo siguiente, fueron extraídos<br />

de la replíblica y exportados á Europa cuatrocientos veinte<br />

mil novecientos noventa y siete y medio cóndores equivalentes á<br />

3:713,198 pesos. Son cifras relativas á diez vapores simplemente,<br />

que deben haber aumentado sensiblemente con remesas de menor<br />

cuantía realizadas en el curso <strong>del</strong> año. Pues bien; esa enorme<br />

masa no había sido sospechada absolutamente por nadie. Todos<br />

y cada uno de los cálculos hechos al tiempo de los debates á<br />

que dio origen la falta de peso de los cóndores, resultaron raquíti-

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