Estereotipos negativos hacia la vejez y su relación con variables ...

Fundamentación teórica
veraz sobre distintos aspectos psico-físicos de la vejez, o por el contrario sostienen
estereotipos que pueden llevarles a actitudes de prejuicio hacia los mayores que tienen a
su cuidado. Las posibilidades de respuesta son tres: verdadero, falso y no lo sé. Este
cuestionario es considerado por su autor especialmente útil para comprobar si los
programas de intervención reducen las actitudes de prejuicio hacia las personas de edad
avanzada. La adaptación de una de las escalas de este cuestionario ha sido utilizado en
la comunidad autónoma andaluza por Amador et al. (2001) en una muestra de 349
estudiantes de magisterio y de Ciencias de la Salud. Asimismo, Villar y Triadó (2000) han
realizado una adaptación del FAQ1 y lo han empleado con participantes de diferentes
rangos de edad. Estos autores han encontrado que algunas de las creencias erróneas y
negativas sobre la vejez, aparecen de forma bastante uniforme en todos los grupos de la
población de nuestro entorno que se estudiaron.
Palmore (2001) ha construido posteriormente un cuestionario de percepción del
ageism, compuesto por veinte ítems, el cual está dirigido a personas de más de sesenta
años. Por medio de esta prueba se intenta medir la frecuencia de las actitudes de
prejuicio que experimentan las personas mayores. Sin embargo, también se propone
con él dar respuesta a una serie de cuestiones candentes en el momento actual, como
son la frecuencia del ageism, o las actitudes de prejuicio que existen en las diferentes
sociedades, así como averiguar qué subgrupos de personas mayores informan de
experimentar más actitudes de prejuicio.
El instrumento de medida sobre estereotipos negativos de la vejez más conocido
en nuestro país es el de Montorio e Izal (1991) el cual es, junto con el cuestionario ya
mencionado de Palmore (1977, 1988), el que se ha tomado como referencia en la parte
experimental del presente estudio. Dicho cuestionario está compuesto por veinte frases
que contienen afirmaciones de contenido negativo y peyorativo sobre la vejez. Estas
afirmaciones se refieren a áreas vitales tales como la salud, la competencia intelectual,
las relaciones interpersonales, el nivel de funcionamiento físico, el carácter y el
trabajo/jubilación. La forma de respuesta es a través de una escala tipo Likert con cuatro
posibilidades: muy en desacuerdo, bastante en desacuerdo, bastante de acuerdo y muy
de acuerdo. Este cuestionario fue utilizado por Fernández Ballesteros (1992) en una
población de 1.215 sujetos de diferentes rangos de edad, entre los que se incluía a 280
personas de entre 61 y 90 años. Posteriormente se ha empleado en otras
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