Estereotipos negativos hacia la vejez y su relación con variables ...

Estudio 2
tales como la depresión, en cuanto que los síntomas depresivos incluyen un punto de
vista negativo respecto al futuro.
Por otra parte, Schmitz-Scherzer (1991) ha puesto de manifiesto la existencia de
relaciones entre la salud subjetiva y algunos aspectos del estado de ánimo relacionados
con el optimismo, al demostrar que las personas que se percibían más enfermas, aún sin
una base objetiva, manifestaban menos proyectos y podían ver menos aspectos
positivos de la situación presente. En este sentido, Lehr (1966) demostró que las
personas que se sentían más enfermas limitaban su esfera vital y se hallaban más
intensamente referidas al pasado, lo cual, al facilitar una atención dirigida
insistentemente a las circunstancias adversas vividas en el pasado, puede implicar un
perjuicio para el estado de ánimo del sujeto.
En nuestro estudio, se ha encontrado que el nivel de optimismo está relacionado
con la puntuación obtenida en el CENVE, de forma que menos creencias negativas
hacia la vejez pueden encontrarse en las personas que tienen una percepción más
positiva sobre sí mismos y que mantienen más ilusiones e intereses vitales. Es posible
que las personas que han obtenido un alto nivel de optimismo participen activamente en
grupos sociales que se proponen determinados objetivos, ya sea lúdicos o de ayuda a
otros, y que tengan un mayor grado de actividad física y una percepción positiva de la
salud.
En cuanto a la actitud hacia el propio envejecimiento, esta variable se
encuentra representada en el estudio empírico por la subescala correspondiente del
Cuestionario de Satisfacción Geriátrica de Filadelfia (Lawton, 1972,1975). Dicho
cuestionario forma parte del conjunto de instrumentos que intentan evaluar el bienestar
psicológico o la satisfacción con la vida en la edad avanzada y se relaciona con la
adaptación al proceso de envejecimiento (Berjano et al. 1999). En concreto, el factor
actitud hacia el propio envejecimiento, guarda relación con la percepción de los cambios
experimentados o con la ausencia de los mismos, así como con la autoevaluación de los
posibles cambios en caso de haberse producido (Antequera y Blanco, 1998; Montorio,
1991). Así, los ítems de esta subescala se refieren a la utilidad percibida y al declive del
estado general de salud, pero también a sentimientos de esperanza y a la felicidad
percibida en comparación con el propio sujeto cuando era más joven.
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