Estereotipos negativos hacia la vejez y su relación con variables ...

Estudio 2
ESTUDIO 2
1. INTRODUCCIÓN
Hay estudios que han demostrado que las expectativas que se mantienen sobre
un acontecimiento influye y a veces determina lo que ocurre en la realidad, a modo de
profecía de autocumplimiento. En este sentido, como se ha visto en la parte teórica, los
estereotipos influyen negativamente en el comportamiento humano.
Por otra parte, se ha encontrado que las personas mayores sostienen los
estereotipos de la vejez en mayor medida que las poblaciones más jóvenes. Autores
como Levy (2002) o Salvarezza (1998) sostienen que cuando las personas llegan a la
vejez pueden pasar a proyectar sobre sí mismos los estereotipos que han sostenido
durante toda su vida, de forma que las expectativas que contienen podrían pasar a
actuar contra ellos mismos. Este aspecto se pondría de manifiesto, por ejemplo, bajo la
forma de llegar a pensar que determinados acontecimientos negativos circunstanciales
que experimentan, son propios de la edad e inevitables. Como dice Salvarezza (1998, p.
37), los mayores llegan a “quedar atrapados, víctimas de sus propios prejuicios, al
desconocer la realidad de la vejez”, por lo que corren el riesgo de hacerla equivalente a
la enfermedad.
En esta misma línea, Yubero y Larrañaga (1999, p. 64) en su estudio sobre la
imagen social del anciano en alumnos universitarios, afirman: “la imagen negativa y falsa
que se confecciona del anciano no es inocente, ya que daña y perjudica seriamente a
este colectivo. Esto se verá reflejado negativamente no sólo en la autoimagen de las
personas mayores y su nivel de expectativas, sino también en las personas que les
rodean, los profesionales que intervienen y en el diseño de programas de y políticas de
atención a las personas mayores”.
Lo más importante, pues, es resaltar que tales percepciones hacia la vejez por
parte de los profesionales, pueden dañar y perjudicar a este grupo de edad, puesto que
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