11.05.2013 Views

Tempestades de acero

Tempestades de acero

Tempestades de acero

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Ernst Jünger <strong>Tempesta<strong>de</strong>s</strong> <strong>de</strong> <strong>acero</strong><br />

Pronto nos entregamos al <strong>de</strong>scanso en un suelo cubierto <strong>de</strong> heno. Habíamos ingerido en abundancia<br />

bebidas soporíferas, pero los más <strong>de</strong> los durmientes fantaseaban y daban vueltas <strong>de</strong> un lado para otro en<br />

sus yacijas, como si tuvieran que volver a sostener otra vez la Batalla <strong>de</strong> Flan<strong>de</strong>s.<br />

El 3 <strong>de</strong> agosto, cargados abundantemente con ganado y productos agrícolas <strong>de</strong> la región que<br />

abandonábamos, emprendimos la marcha hacia la estación <strong>de</strong>l cercano pueblo <strong>de</strong> Gits. Aquel batallón,<br />

que había quedado muy reducido, pero que volvía a gozar <strong>de</strong> una moral excelente, estuvo bebiendo café<br />

en la cantina <strong>de</strong> la estación; las dos fornidas camareras flamencas que lo servían sazonaron el café con<br />

atrevidas frases, lo que produjo un regocijo general. Lo que más divertía a la tropa era que las camareras,<br />

<strong>de</strong> acuerdo con la costumbre <strong>de</strong>l país, tuteasen a todo el mundo, también a los oficiales.<br />

Algunos días más tar<strong>de</strong> recibí una carta <strong>de</strong> mi hermano Fritz; me escribía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un hospital <strong>de</strong><br />

Gelsenkirchen. En ella me <strong>de</strong>cía que per<strong>de</strong>ría sin duda la movilidad <strong>de</strong> un brazo y que los pulmones le<br />

quedarían como una carraca.<br />

De las anotaciones <strong>de</strong> mi hermano tomo prestado el pasaje siguiente; completa mi relato y refleja <strong>de</strong> un<br />

modo muy plástico las impresiones que experimenta un soldado bisoño cuando es arrojado a las furias <strong>de</strong><br />

la batalla <strong>de</strong> material.<br />

«-¡A formar para el ataque!<br />

»La cara <strong>de</strong>l jefe <strong>de</strong> mi sección se inclinó sobre la pequeña caverna en que nos hallábamos. Los tres<br />

hombres que estaban a mi lado finalizaron su charla y, lanzando maldiciones, se pusieron rápidamente <strong>de</strong><br />

pie. Yo me levanté, me ajusté el casco <strong>de</strong> <strong>acero</strong> y salí a la oscuridad.<br />

»Hacía un tiempo nublado y frío; se habían producido cambios atmosféricos entretanto. El fuego <strong>de</strong><br />

granadas se había <strong>de</strong>splazado y ahora se hallaba, con su sordo tronar, encima <strong>de</strong> otros lugares <strong>de</strong> aquel<br />

gigantesco campo <strong>de</strong> batalla. Unos aviones cruzaron el espacio crepitando; las gran<strong>de</strong>s cruces <strong>de</strong> hierro<br />

pintadas en la parte baja <strong>de</strong> las alas tranquilizaron los ojos que, llenos <strong>de</strong> miedo, los miraban.<br />

»Una vez más fui corriendo a un pozo; aunque se hallaba entre ruinas y escombros, había conservado<br />

un agua notablemente clara. Allí llené mi cantimplora.<br />

»Los hombres <strong>de</strong> la compañía estaban formando por secciones. Deprisa colgué <strong>de</strong> mi cinturón cuatro<br />

granadas <strong>de</strong> mano y me dirigí a don<strong>de</strong> estaba mi pelotón; faltaban dos hombres. Apenas tuve tiempo <strong>de</strong><br />

anotar sus nombres, pues toda aquella masa <strong>de</strong> soldados se puso enseguida en movimiento. Las secciones<br />

cruzaban en fila <strong>de</strong> a uno el terreno <strong>de</strong> embudos, sorteaban ma<strong>de</strong>ros, se apretaban contra los setos y<br />

avanzaban serpenteantes hacia el enemigo; con sus armas producían ruidos rechinantes.<br />

»El ataque lo llevaron a cabo dos batallones; un batallón <strong>de</strong>l regimiento vecino entró en acción al<br />

mismo tiempo que nosotros. La or<strong>de</strong>n era breve y terminante: había que rechazar al otro lado <strong>de</strong>l canal a<br />

unos <strong>de</strong>stacamentos ingleses que lo habían cruzado. En aquella operación se me había encomendado la<br />

misión <strong>de</strong> permanecer cuerpo a tierra con mi pelotón en la posición alcanzada y <strong>de</strong>tener el contraataque<br />

enemigo.<br />

»Llegamos a las ruinas <strong>de</strong> una al<strong>de</strong>a. En la llanura flamenca, marcada por horribles cicatrices, se<br />

alzaban, negros y astillados, los troncos <strong>de</strong> unos cuantos árboles; era lo único que quedaba <strong>de</strong> un gran<br />

bosque. Enormes bancos <strong>de</strong> humo se <strong>de</strong>splazaban por el aire y ocultaban con sus nubes sombrías y<br />

pesadas el cielo vespertino. Sobre la tierra pelada, que había sido <strong>de</strong>sgarrada una y otra vez <strong>de</strong> un modo<br />

implacable, flotaban gases asfixiantes; eran <strong>de</strong> color amarillo y pardo y se <strong>de</strong>splazaban perezosamente.<br />

»Nos habían or<strong>de</strong>nado que estuviésemos preparados para un ataque <strong>de</strong> gas. En aquel momento se<br />

inició un fuego monstruoso — los ingleses habían <strong>de</strong>scubierto que atacábamos. La tierra saltaba en<br />

rugientes surtidores y un diluvio <strong>de</strong> cascos <strong>de</strong> metralla pasaba sobre el terreno barriéndolo. Todos nos<br />

<strong>de</strong>tuvimos un instante como petrificados; luego nos dispersamos con rapi<strong>de</strong>z. Todavía pu<strong>de</strong> oír la voz <strong>de</strong>l<br />

jefe <strong>de</strong> nuestro batallón, el capitán <strong>de</strong> caballería Böckelmann; recurriendo a todas las fuerzas <strong>de</strong> su<br />

garganta gritó una or<strong>de</strong>n cuyo significado no llegué a compren<strong>de</strong>r.<br />

104 104

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!