12.05.2013 Views

Descarga - Concilio Arca de Salvación

Descarga - Concilio Arca de Salvación

Descarga - Concilio Arca de Salvación

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

tuviera conmigo, y me libraras <strong>de</strong> mal, para que no me<br />

dañe...!» Tenemos aquí un silencio brusco, como si Jabés se sintiera<br />

incapaz <strong>de</strong> expresar cómo agra<strong>de</strong>cería y alabaría a Dios<br />

por su gran misericordia. Pero lo que sigue nos indica que Dios<br />

estaba más presto a conce<strong>de</strong>r que Jabés lo estaba para pedir,<br />

pues, sin que Jabés acabe su frase, se nos dice: «Y le otorgó<br />

Dios lo que le pidió.»<br />

Dan. 3:15. El hebreo dice textualmente: «Ahora, pues, si estáis<br />

dispuestos para que, al oír el son <strong>de</strong> la bocina, <strong>de</strong> la flauta,<br />

<strong>de</strong> la cítara, <strong>de</strong>l arpa, <strong>de</strong>l salterio, <strong>de</strong> la zampona y <strong>de</strong> todo instrumento<br />

<strong>de</strong> música, os postréis y adoréis la estatua que he hecho...<br />

Pero, si no, etc.» Aquí vemos a Nabucodonosor presto<br />

para amenazar, pero no se atreve a pronunciar ninguna promesa<br />

en caso <strong>de</strong> que le obe<strong>de</strong>zcan.<br />

Le. 13:9. Este versículo ha sido ya analizado <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l estudio<br />

<strong>de</strong> las elipsis, pero contiene también la figura retórica<br />

aposiopesis: «Y si da fruto...» Nuestras Biblias suplen la elipsis<br />

con el adverbio «bien», pero el original queda colgado en silencio<br />

brusco, como si el viñador quisiera <strong>de</strong>cir: «No me atrevo a<br />

prometer lo que haré por ella; no sólo no la cortaré, sino que<br />

la cuidaré lo mejor posible.»<br />

2. Ira y amenaza.<br />

Gn. 3:22. «Y ahora, pues, para que no alargue su mano, y<br />

tome también <strong>de</strong>l árbol <strong>de</strong> la vida, y coma y viva para siempre...»<br />

Hay un silencio brusco, que <strong>de</strong>ja sin revelar las consecuencias<br />

<strong>de</strong> comer <strong>de</strong>l árbol <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una condición<br />

<strong>de</strong> caída, como si fuesen <strong>de</strong>masiado terribles para ser expresadas<br />

en palabras («¡<strong>de</strong>lincuente inmortal!»), pero, con base en el<br />

v. siguiente, po<strong>de</strong>mos enten<strong>de</strong>r la resolución tomada por Dios:<br />

«¡Lo llevaré lejos <strong>de</strong>l árbol <strong>de</strong> la vida!»<br />

Gn. 20:3. «He aquí, muerto eres...» (lit. hete aquí muerto).<br />

Por el v. 7. vemos que <strong>de</strong>be suplirse: «si no la <strong>de</strong>vuelves a su<br />

marido<br />

Stg. 3:1. «Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos,<br />

sabiendo que recibiremos un juicio más severo» (lit. mayor sentencia).<br />

No se <strong>de</strong>tiene a especificar las causas por las que quie-<br />

149

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!