documento - Federación de Industria - CCOO

Observatorio Industrial del Sector Metal 2010
LA REGULACIÓN SECTORIAL DE LAS CONDICIONES DE TRABAJO EN LOS CONVENIOS COLETIVOS DE EMPRESA
2.1. Subcontratación
La mejor opción para combatir los potenciales efectos negativos que la subcontratación puede
tener sobre la calidad del empleo y las condiciones de trabajo está constituida por la creación de
ámbitos nuevos de negociación de carácter transversal, capaces de abarcar al conjunto de
organizaciones implicadas en la producción de los bienes y servicios de los que se trate, con el fin
de asegurar beneficios aceptables para todos los trabajadores que participen en ella, al margen
del sujeto, empresa principal o subcontratista, del que formalmente dependan.
A través de la negociación colectiva de empresa es posible también dar lugar a compromisos que
permitan impedir o limitar los indicados efectos. En primer lugar, estos convenios pueden incluir
cláusulas encaminadas a encauzar la subcontratación hacia la atención de aquellas tareas o
actividades para las que, por razones de eficiencia y especialización, resulta aconsejable recabar
el concurso de colaboradores externos, reduciendo o suprimiendo el riesgo de un uso de esta
técnica en clave puramente degradatoria de las condiciones laborales o reductora del empleo fijo.
Asimismo, en dicho convenios pueden introducirse cláusulas sobre los salarios y condiciones de
mínimas de trabajo que han de garantizarse a sus trabajadores las contratistas, mediante la
asunción por la empresa que los suscribe del compromiso, de carácter obligacional, de exigir a
sus contratistas el respeto de ciertas condiciones laborales básicas. Finalmente, es factible
también incorporar en estos convenios medidas para combatir la precariedad en el empleo que las
externalizaciones pueden generar. La vía para ello estaría constituida por la previsión del
compromiso de la empresa principal de exigir a sus contratistas la asunción del personal de
quienes los han antecedido en el desarrollo de la actividad como condición para asumir la
contrata.
Las cláusulas indicadas despliegan su eficacia únicamente en el plano de las relaciones entre la
empresa y las organizaciones representativas de los trabajadores firmantes del convenio. Como
tales, no permiten cuestionar la validez de los contratos que pueda suscribir la primera con
colaboradores externos con desconocimiento de sus previsiones. Esta dificultad podría ser
superada en buena medida si estos convenios incluyen mecanismos que incentiven su
acatamiento o penalicen su desconocimiento. La vía estaría representada por la introducción de
cláusulas que supediten el acceso a ciertas “ventajas”, especialmente materia de gestión flexible
de los recursos humanos, a su cumplimiento.
Finalmente, la negociación de empresa puede también dar lugar a cláusulas de naturaleza
normativa capaces de desplegar un efecto positivo indirecto sobre la calidad del empleo generado
por la subcontratación. Mención especial merecen aquí las cláusulas de desarrollo de los
derechos de información de los trabajadores y sus representantes previstos por el artículo 42.4 del
Estatuto de los Trabajadores. Y las que puedan establecerse con el fin de regular, concretando las
previsiones del 43.2 ET, los requisitos que deben cumplir las contratistas para no ser
consideradas meras prestamistas de mano de obra.
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