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Language Contact and Documentation: Contacto Linguistico y Documentacion

por Bernard Comrie y Lucia Golluscio

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80 Lucía Golluscio<br />

por el este (principalmente tobas y mocovíes) y mataco-mataguayos por el norte,<br />

todos ellos en expansión (Susnik 1972).<br />

Los vilelas aparecen nombrados en las fuentes con ese nombre tardíamente,<br />

recién en crónicas del siglo XVII (C/FC 1939: 36, 39ss.; Furlong Cardiff 1955:<br />

118, 125–27; Hern<strong>and</strong>o Balmori 1959: 6–7). En tempranas épocas del contacto,<br />

es posible que grupos de habla vilela hayan sido encomendados 6 a los vecinos<br />

de las ciudades de Esteco, Tucumán y Salta (cf. Mapa 1) junto con indígenas<br />

nombrados en las fuentes genéricamente como “lules” (Furlong Cardiff 1939:<br />

69). Sin embargo, los grupos lules y vilelas conservaron su identidad propia<br />

en las descripciones que hacen de cada pueblo las fuentes misioneras (C/FC<br />

1955: 125 ss.; Gilij ([1780–84] 1965); Hervás 1990; Jolís ([1789] 1972).<br />

Es muy probable que las parcialidades de habla vilela hayan estado desde<br />

épocas pre-coloniales en contacto con pueblos y lenguas de la llamada “Esfera<br />

Inca”. 7 La parte sur del Imperio Inca, el Kollasuyu, se extendió sobre el norte<br />

del territorio del actual Chile y el noroeste de la Argentina actual, cubriendo<br />

parte del territorio correspondiente a las actuales provincias argentinas de Salta,<br />

Jujuy, Tucumán, Catamarca, La Rioja, áreas fronterizas de Santiago del Estero<br />

y oeste de Chaco y Formosa. El quichua se ha hablado por siglos en gran<br />

parte de esa área (Nardi 1962). Recordemos que las fuentes ubican a los vilelas<br />

para el siglo XVI en esa región, más exactamente en la b<strong>and</strong>a ubicada entre el<br />

río Salado y el Bermejo (cf. Mapa 1). 8 A partir de ese siglo, el contacto e interacción<br />

con distintas variedades de la lengua quechua puede haberse extendido<br />

y profundizado con las estrategias de intervención colonial y especialmente<br />

misionera.<br />

6 La encomienda fue una institución colonial de la Corona española consistente en la cesión<br />

real de un grupo de indígenas a un súbdito español en compensación por los servicios militares<br />

prestados al Rey, que comprometía al beneficiario a proteger y educar a los aborígenes en<br />

la religión católica y recaudar los impuestos a cambio de recibir los beneficios obtenidos del<br />

trabajo que realizaban los indígenas.<br />

7 “Se llama ‘Esfera Inca’ el área que cae dentro de los límites del Tahuantisuyo, ‘El Imperio<br />

de las Cuatro Regiones’, en el momento de su más amplia extensión, bajo el Inca Huayna<br />

Capac (c. 1520)” (Adelaar con Muysken 2004: 165; mi traducción).<br />

8 Las parcialidades de habla vilela parecen haber compartido el hábitat con los grupos de<br />

indígenas genéricamente llamados “lules” y “tonocotés”, muchos de los cuales podrían haber<br />

sufrido en los siglos siguientes procesos de cambio de lengua hacia el llamado quichua santiagueño.<br />

Esta variedad de quechua se habla hasta nuestros días en Santiago del Estero y en<br />

áreas urbanas que reciben migración interna (por ejemplo, Buenos Aires y Gran Buenos Aires)<br />

y cuenta actualmente con cerca de 60.000 hablantes (Zamponi 2008, xxviii). Sobre la difusión<br />

del quechua en el norte argentino, cf. Alderetes (2001, 56–99). Sobre quichua santiagueño, cf.<br />

también Bravo (1975, 1989) y Albarracín de Alderetes (2011), entre otros.

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