la poesía - Universidad Complutense de Madrid
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tradición, a <strong>la</strong> que el poeta acu<strong>de</strong> en busca <strong>de</strong> motivos a los que dar forma poética y en<br />
los que verter su imaginación, tan fantástica que le lleva a pob<strong>la</strong>r <strong>la</strong>s narraciones <strong>de</strong><br />
duen<strong>de</strong>s y sílfi<strong>de</strong>s<br />
826; <strong>la</strong> leyenda se prefiere entonces escribir en verso. No obstante, si<br />
tenemos en cuenta que <strong>la</strong>s leyendas en prosa son cada vez más numerosas y que el<br />
cuento también pue<strong>de</strong> tener sabor popu<strong>la</strong>r y, <strong>de</strong> hecho, en muchas ocasiones bebe en <strong>la</strong><br />
tradición (véanse los <strong>de</strong> Valera o Coloma), esta diferenciación <strong>de</strong> Baquero no nos<br />
resulta <strong>de</strong>l todo satisfactoria.<br />
Vega Rodríguez (1997) y Ávi<strong>la</strong> Arel<strong>la</strong>no (1997) seña<strong>la</strong>n cómo hay muchos<br />
términos para <strong>la</strong> voz cuento por entonces: anécdota, fantasía, re<strong>la</strong>ción, leyenda, nove<strong>la</strong>,<br />
episodio, historia, romance, etc. Si los repertorios <strong>de</strong> Hoffinann o Grimm influyen en <strong>la</strong><br />
boga <strong>de</strong>l cuento literario, éste ya se publicaba en colecciones en el siglo XVIII, que<br />
reeditarán incluso los <strong>de</strong> <strong>la</strong> época áurea (Vega;Rodriguez, 1997: 153-1 54). Pero hasta el<br />
sig]o XIX e] cuento vivirá principalmente en estas agrupaciones, pues <strong>la</strong> edición exenta<br />
<strong>de</strong> un género breve resultaba entonces impensable. Será el auge <strong>de</strong>l periodismo el que<br />
otorgue al cuento toda su difúsión827. En el primer tercio <strong>de</strong> <strong>la</strong> centuria <strong>de</strong>cimonónica, se<br />
introducen re<strong>la</strong>tos cortos <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>ncia francesa, inglesa y alemana, algunos <strong>de</strong><br />
carácter fantástico. Así, en los almanaques <strong>de</strong> 1828 y 1829 se combina <strong>la</strong> publicación <strong>de</strong><br />
cuentos fantásticos y <strong>de</strong> misterio con orientalistas y costumbristas. El cuento romántico<br />
se continuará proveyendo <strong>de</strong> argumentos foráneos hasta 1845, aunque no pue<strong>de</strong> negarse<br />
que al tiempo se confeccionan narraciones originales. Pero muchos re<strong>la</strong>tos publicados<br />
anónimamente o firmados por un traductor en ocasiones pertenecían a autores <strong>de</strong> <strong>la</strong> tal<strong>la</strong><br />
<strong>de</strong> Balzac, Irving o George 5and828. Deja entonces <strong>de</strong> supeditarse este género a <strong>la</strong><br />
i<strong>de</strong>ntidad novelesca: no es el exemnplum <strong>de</strong> <strong>la</strong> Edad Media, porque el periódico favorece<br />
su publicación in<strong>de</strong>pendiente a pesar <strong>de</strong> sus cortas dimeñsiones. Tras su publicación<br />
primera en revistas luego se reúnen en colecciones (Smith, 1992: 17).<br />
Juaristi (1987: 68) se refiere al origen <strong>de</strong> estas narraciones y <strong>de</strong>scubre cómo <strong>la</strong><br />
leyenda tradicional tiene una naturaleza antihistórica, pues <strong>la</strong> <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tradiciones<br />
popu<strong>la</strong>res iba unida a una actitud hostil hacia <strong>la</strong> historia crítica. No obstante, el interés<br />
por estas obras no es exclusivamente <strong>de</strong>cimonónico, como hemos seña<strong>la</strong>do.<br />
826 Los cuentos legendarios no parecen los preferidos <strong>de</strong> Baquero Goyanes, que seña<strong>la</strong>, por ejemplo,<br />
cómo el medievalismo romántico que inspira cuentos y leyendas en verso o en prosa es indudablemente<br />
“convencional” o escenográfico y tiene un sombrío sello explicable por su proce<strong>de</strong>ncia germánica. La<br />
primera l<strong>la</strong>marada romántica brotó en Alemania. Pero en los cuentos tratados en <strong>la</strong> sección anterior hay<br />
tanta presencia alemana como españo<strong>la</strong>.<br />
82’ Pardo Bazán, al igual que C<strong>la</strong>rín con sus Folletos fUel-arios, fimdó su propia revista, que en honor <strong>de</strong><br />
Feijoo se tituló Nuevo Teatro Critico. Esta proliferación <strong>de</strong> publicaciones periódicas favoreció el auge <strong>de</strong>l<br />
cuento, al poner al alcance <strong>de</strong> los escritores un cómodo vehículo, que llegaba con extrema facilidad a los<br />
lectores. Y condicionó <strong>la</strong> forma <strong>de</strong> estas narraciones, pues impidió que se a<strong>la</strong>rgaran más <strong>de</strong> <strong>la</strong>s breves<br />
páginas que ofrecía <strong>la</strong> prensa (Pare<strong>de</strong>s Núñez, 1990).<br />
828 Cologne (1980) nos comenta <strong>la</strong>s traducciones <strong>de</strong> esta escritora, que fueron numerosas entre los años<br />
30y’tO.<br />
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