16.05.2013 Views

La presencia de lo ausente - Gredos - Universidad de Salamanca

La presencia de lo ausente - Gredos - Universidad de Salamanca

La presencia de lo ausente - Gredos - Universidad de Salamanca

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

El espacio abierto al silencio compete a la fi<strong>lo</strong>sofía, que só<strong>lo</strong> volviendo a iniciarse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />

silencio interior volverá a ser capaz <strong>de</strong> señalar <strong>lo</strong>s límites entre el “<strong>de</strong>ntro” y el “fuera” allí<br />

don<strong>de</strong> se inventen todo tipo <strong>de</strong> trampas con cuya construcción la mente se entretiene y con la<br />

que goza presentándola como universo.<br />

“El silencio es un sentimiento, una forma significante, no el contrapunto <strong>de</strong> la sonoridad<br />

imperante. Refleja la actitud <strong>de</strong>l hombre ante su entorno. Aquí, <strong>lo</strong>s imaginarios sociales revelan<br />

su ambivalencia: si unos experimentan ante el silencio una sensación <strong>de</strong> recogimiento, <strong>de</strong><br />

serena felicidad, otros se asustan y buscan en el ruido o la palabra una forma <strong>de</strong> ahuyentar el<br />

miedo. Mezcla confusa <strong>de</strong> angustia y atracción, <strong>de</strong> terror y regocijo, <strong>de</strong> peligro y remanso,<br />

tranquilizador o inquietante, según las circunstancias, el silencio nunca aparece bajo una única<br />

y <strong>de</strong>finitiva luz”, afirma David Le Breton en su obra El silencio. Aproximaciones.<br />

El silencio no es una ausencia <strong>de</strong> sonoridad, un mundo sin vibración, estático, don<strong>de</strong> nada<br />

se oye. El grado cero <strong>de</strong>l sonido, aunque pudiera conseguirse experimentalmente mediante<br />

una privación sensorial, no existe en la naturaleza. En todo lugar resuenan numerosas manifestaciones<br />

sonoras, aunque sean espaciadas, tenues y lejanas. El silencio absoluto no existe<br />

en <strong>lo</strong>s <strong>de</strong>siertos ni en las altas montañas, y <strong>lo</strong>s monasterios recogen el sonido <strong>de</strong> <strong>lo</strong>s pájaros,<br />

las campanas, o <strong>lo</strong>s cantos <strong>de</strong> la liturgia. En todo acto <strong>de</strong> la vida cotidiana hay un rastro sonoro,<br />

<strong>de</strong> modo que incluso en una habitación insonorizada, <strong>lo</strong>s latidos <strong>de</strong>l corazón, la circulación<br />

<strong>de</strong> la sangre, <strong>lo</strong>s movimientos intestinales, y hasta <strong>de</strong>l sistema nervioso, adquieren una dimensión<br />

inesperada, como <strong>de</strong>mostró en su día John Cage en su experiencia <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una cámara<br />

anecoica, distinguiendo con claridad sonidos interiores graves y agudos.<br />

El silencio no es só<strong>lo</strong> una cierta modalidad <strong>de</strong> sonido; es, antes que nada, una cierta modalidad<br />

<strong>de</strong> significado. Aliado a la belleza pue<strong>de</strong> procurar un camino <strong>de</strong> reconciliación con el<br />

mundo a través <strong>de</strong> momentos <strong>de</strong> suspensión <strong>de</strong>l tiempo en <strong>lo</strong>s que se abre un pasadizo que<br />

ofrece al hombre la posibilidad <strong>de</strong> encontrar su lugar, <strong>de</strong> conseguir cierta paz. Y así consi<strong>de</strong>rado,<br />

el silencio procura la sensación segura <strong>de</strong> existir, pule al hombre y <strong>lo</strong> renueva, pone en<br />

or<strong>de</strong>n el contexto en el que se <strong>de</strong>senvuelve su existencia.<br />

A propósito <strong>de</strong>l significativo va<strong>lo</strong>r <strong>de</strong> ciertos silencios en la música contemporánea, el<br />

comprometido compositor italiano Luigi Nono (1924- 1990), escribía, con fecha <strong>de</strong> 1983, en<br />

un artícu<strong>lo</strong> titulado El error como necesidad: “En lugar <strong>de</strong> escuchar el silencio, en lugar <strong>de</strong><br />

escuchar a <strong>lo</strong>s otros, uno espera escucharse a sí mismo una vez más. Es una repetición que<br />

resulta académica, conservadora, reaccionaria. Es un muro contra <strong>lo</strong>s pensamientos, contra <strong>lo</strong><br />

que no es posible, aún hoy día, explicar (...). Se ama el confort, la repetición, <strong>lo</strong>s mitos; se<br />

ama escuchar siempre <strong>lo</strong> mismo, con esas pequeñas diferencias que permiten <strong>de</strong>mostrar inteligencia.<br />

Escuchar la música. Es muy difícil. Yo creo que, hoy en día, es un fenómeno raro. Se<br />

33

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!