12.07.2015 Views

1vkdBivl5

1vkdBivl5

1vkdBivl5

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

La larga duración 99cribe Ernest Labrousse en el umbral de su libro 38bajo los rasgos de un viajero siempre idénticoa sí mismo que recorre el mundo e impone pordoquier idénticas coacciones, cualquiera que seael país en el que desembarca, el régimen políticoo el orden social que inviste.Para el historiador todo comienza y todo terminapor el tiempo; un tiempo matemático y demiurgosobre el que resultaría demasiado fácilironizar; un tiempo que parece exterior a loshombres, «exógeno», dirían los economistas, queles empuja, que les obliga, que les arranca a sustiempos particulares de diferentes colores: eltiempo imperioso del mundo.Los sociólogos, claro está, no aceptan esta nociónexcesivamente simple. Se encuentran muchomás cercanos de la Dialectique de la Durée taly como la presenta Gastón Bachelard 39 . El tiemposocial es, sencillamente, una dimensión particularde una determinada realidad social que yocontemplo. Este tiempo, interior a esta realidadcomo podría serlo a un determinado individuo,constituye uno de los aspectos —entre otros—que aquélla reviste, una de las propiedades quela caracterizan como ser particular. Al sociólogono le estorba en absoluto ese tiempocomplacíente, al que puede dividir a placer ycuyas exclusas puede cerrar y abrir a voluntad.El tiempo de la historia se prestaría menos,insisto, al doble y ágil juego de la sincronía y dela diacronía: impide totalmente imaginar la vidacomo un mecanismo cuyo movimiento puede serdetenido a fin de presentar, cuando se desee, unaimagen inmóvil.Este desacuerdo es más profundo de lo queparece: el tiempo de los sociólogos no puede serel nuestro; la estructura profunda de nuestrooficio lo rechaza. Nuestro tiempo, como el de loshttp://www.scribd.com/Insurgencia

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!