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climas tropicales, calientes, en aquella época todavía no era que todo el
mundo tenía neveras. Entonces, te obligaba a tener un tipo de comidas,
que te voy a decir yo, a tener que ir todos los días al mercado. Eh..., las
carnes de allí no eran como las de aquí, en aquella época aquí se comía
carne joven, la de allá era carne hecha. El pescado estaba difícil. En fin,
era un poquito duro lo de las comidas (...)” 44 . Ás veces tratábase doutro
tipo de dificultades como relata unha retornada de Arxentina:
Cuando llegué allá no podía comer nada, no me gustaba la comida, porque ... acostumbrada
a tener las patatas de la huerta, el vino en el barril ¿no?, y todo eso y llegar allá y
tener que cocinar con otra cosa, después quería comprar una cosa y yo le llamaba un nombre,
y me daban otro (...), como en la carne maiormente por comprar, porque la carne
aquí como tal allí le llaman xarrete, ah no, xarrete no, ¿qué era?, ¿cómo es?, aquí le llaman
xarrete y allá se llamaba allá... bueno, no digo la palabra porque es una palabra
media fea un poco...es caracú...; en cambio la carne de la croca, que la llaman aquí, allá
es cuadril. Y la que le llaman aquí folla blanda, allá es la nalga. Así que cada cosa (...),
las patatas que allí eran papas, las cebolas le llamaban otra cosa, entonces uno los primeros
meses uno sufría un poco ¿no?, porque aclimatarse... pero después uno se acostumbra
(...), una vez yo fui, al poco de llegar, que me invitaron, nos invitaron a una casa, y hacían
en una terraza una parrillada, y había chinchulines y chorizos, y molleja, qué sé yo...,
dije: ¡ay no, yo no quiero eso”, y él dice: “Ay pero es muy sabroso, muy sabroso, come”,
y resulta que eran las tripas de la ternera... Y la molleja también y eso lo asaban todo.
Había chorizos criollos, ya eran especiales para el carbón, pero hay que hacer, saber hacerlo,
¿eh?, y no echar el humo ni nada. Despois ahí polo centro había una casa que se dedicaba
a hacer asados,“chivitos” y con una brasa así grande y todo hierros arredor, y ahí va
gente a cenar, mucha pizza se come allá, mucha, mucha, mucha (...). 45
No tema da comida, coma noutros, prodúcese unha especie de sincretismo
entre os costumes culinarios dos inmigrantes cos das sociedades
receptoras, que afectan ós seus hábitos non só mentres permanecen na
emigración, senón incluso ó seu retorno, se este ten lugar 46 . Das diferentes
44 Fondo HISTORGA (AHUS), entrevista nº 746.
45 Fondo HISTORGA (AHUS), entrevista nº 309.
46 Non é novidade que ó seu regreso os emigrantes incorporen á súa sociedade de orixe costumes culinarios
novos e incluso instalen negocios de hostelería para difundilos, como as abundantes parrilladas
diseminadas pola xeografía galega desde os anos setenta polos retornados do Río da Prata. Noutras
colectividades que foron tamén tradicionalmente emigrantes o fenómeno repítese, como é o caso das
areperías dos retornados canarios. Por outro lado, descoñecemos se para o caso galego existen manuais
de cociña que reflictan a mestizaxe culinaria á que nos referimos, ó estilo do libro publicado na
Habana na temperá data de 1858, e reeditado en 1995, que leva por título Nuevo Manual de la
Cocinera Catalana y Cubana, mostra evidente do mesmo.