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APÉNDICE 1. ARTIGO QUE ORIXINOU A FUNDACIÓN DO CENTRO GALEGO DA HABANA
CONVENIENCIA DE ESTABLECER UN ATENEO GALLEGO
EN LA HABANA
“De algunos años a esta parte, principalmente
desde la revolución de septiembre
que tantos cambios operó en el modo
de ser de nuestra Península, en Galicia una
de sus provincias menos conocidas y peor
considerada de nacionales y extranjeros,
verificose una saludable y benéfica reacción
en sentido de progreso y adelanto
intelectual que hoy si no los sobrepuja, la
pone por lo menos al nivel de las más adelantadas
de España.
Debido sin duda a la facilidad con
que los libros pasaron nuestras fronteras y
los institutos y universidades abrieron sus
puertas a los que antes parecían destinados
a no trasponer jamás sus umbrales, las clases
menos acomodadas adquirieron de
repente un gran amor al estudio y a la
investigación de la verdad, la cual vino en
parte a matar las muchísimas preocupaciones
que hasta entonces habían tenido su
imperio en Galicia. Esto facilitó el verdadero
conocimiento del mundo y el comercio
de ideas; y por eso los gallegos puestos
más de cerca en contacto con el resto de
los españoles, demostrando su aptitud
para todos los empleos, para todas las
carreras y para todas las ciencias y artes,
deshicieron esa opinión tristísima que de
las cosas y de los hombres de nuestro país
se había hecho. El resultado de esta nueva
era, ha de ser, y así los esperamos y deseamos,
la regeneración completa de Galicia,
regeneración que si hoy se manifiesta en
sus hijos ilustres, que llaman la atención
por sus vastísimos y profundos conocimientos
científico-políticos y literarios,
mañana revestirá la noble forma de la
industria, del trabajo y de las Bellas Artes,
todo lo cual reconoce como única base la
construcción de esos tan deseados como
interminables ferrocarriles, que ahora preocupan
no sólo a todos nuestros diputados,
sino también a toda la prensa madrileña y a
cuantos sin miras mezquinas se interesan
porque se haga justicia a un pueblo honrado
y leal que protegido puede reportar
grandísimos beneficios al resto de la patria.
El buen concepto público que dentro de la
nacionalidad, supo conquistar Galicia
desde la época a que nos referimos, traspasó
los mares en el entusiasta corazón de
algunos de sus hijos y llegó hasta ambas
Américas, en donde se trataba pésimamente
a los en ella residentes y en las cuales, el
nombre que tanto nos enaltece, del que tan
orgullosos estamos y que no cambiaríamos
por ningún otro, era sinónimo de insulto.
Por una casualidad, sin duda, fuimos
nosotros los primeros en implantar en
el Nuevo Mundo, de una manera real y
positiva, la verdadera defensa de Galicia; y
aunque insignificantes en personalidad y
valimiento conseguimos lo que no habían
podido alcanzar otros gallegos que si bien
eran más ricos, más respetados y más
aptos por su posición social, no habían
pasado en sus manifestaciones de amor y
de adhesión a Galicia de algunas procesiones
carnavalescas en las que se exhibían