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Sociedad de Beneficencia adquiriría nuevos
y entusiastas adeptos que reforzaran las
listas de sus socios y aumentase el contingente
de entradas mensuales.
Aquí, entre nosotros hay gallegos
distinguidos capaces de enseñar tantas o
más asignaturas que las que se enseñan en
Buenos Aires, los cuales a la más simple
indicación aceptarían gustosos el cargo de
explicarlas.
Llamamos la atención sobre esto de
todos nuestros paisanos y especialmente
de los miembros de la Directiva de nuestra
Sociedad, siquiera porque éstos parecen
reunir la opinión de todos los gallegos que
los han elevado a tan honrosos puestos.
Esperamos que nuestras palabras no se
pierdan en el vacío y que no tengamos que
convencernos una vez más, que dichos
señores sólo entienden su amor a Galicia y
a sus hijos, por tomarse el trabajo de reunirse
una vez cada mes, para discutir la
conveniencia de acceder o negar en tal o
cual solicitud.
Galegos en América e americanos en Galicia
Si comprendiésemos que la inmiscuación
de los expresados señores en la
creación de este Ateneo pudiera lastimar en
lo más mínimo los intereses sacratísimos
de la Sociedad, a la que tanto amamos y
mil veces millonaria quisiéramos ver, nos
guardaríamos muy bien de llamarlos a
intervenir en semejante cuestión. Nos dirigimos
a los gallegos y nada más que a los
gallegos y si no han de desmentir esta cualidad
deben dar mayor amplitud y forma a
nuestro proyecto, llevándolo a cabo a la
mayor brevedad.
¿Qué hace falta para eso? un local y
algunos bancos. Cualesquiera de esos
señores que tienen casas espléndidas u
magníficas puede proporcionar ambas
cosas. Todo los demás nada cuesta, porque
nada han de cobrar los profesores.
Rogamos a todos nuestros paisanos
nos den su opinión sobre este proyecto
para emprenderlo por nuestra cuenta si
aquellos señores a quienes nos dirigimos
nada resolvieron en esta cuestión.”
WALDO A. INSUA
El Eco de Galicia, nº 80, 12 de outubro de 1879
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