Records d'un sindicalista llibertari català - Cedall

de la pàtria sino que harán honor a la viril actitud de estos días?
¿Saldrán a la calle cumpliendo los mandatos del rey que no
quiere el país; de los Gobiernos constituidos por los peores?
¿Saldrán a la calle en defensa de las oligarquías?
«Soldados: Entonces es llegada vuestra hora. Ya habéis visto
que la disciplina se vulnera en los cuarteles cuando conviene a
las peticiones de vuestros jefes. Ya habéis visto como, en
nombre de la justícia, no en nombre de la ley, vuestros jefes os
han tenido dispuestos a salir a luchar contra los Poderes
constituidos. Habréis aprendido de estàs lecciones. Pues, pensad
que, por las peticiones que hacen, no vuestros jefes, sino vuestros
hermanos, se romperà en breve la disciplina de la calle. Pensad
que, en nombre de la justícia, se levantarán, no ya vuestros jefes,
sino vuestros hermanos, vuestros padres, vuestras madres.
¿Dispararéis? ¿Haréis fuego? ¿Obedeceréis las ordenes de
volar la cabeza de los que vienen del campo y de la fàbrica y del
taller, del mismo sitio de donde vinísteis vosotros cuando fuísteis
al cuartel; del mismo sitio a donde iréis vosotros cuando salgais
para siempre del cuartel? «¿Dispararéis contra los de abajo para
sostener a los de arriba? ¿Dispararéis contra el que no come para
proteger al que vive harto? ¿Dispararéis contra el que pide
justícia para aguantar en su puesto al que lo hace? ¿Dispararéis
contra el que exige recta administración, para proteger al lado de
la caja al que roba? ¿Dispararéis contra el que no puede vivir de
su trabajo, para cubrir al que vive holgadamente de sus rentas?
«¿Dispararéis contra los que anhelan un Gobierno de los
mejores; para retener en su lugar a estos Gobiernos formados por
los peores? ¿Dispararéis contra los que juegan la vida por otra
España, para lograr que siga su camino de perdición esta España
que lleva en su alma los pecados de cien generaciones?
¿dispararéis, pensando que si vosotros no estuviérais sirviendo
estaréis también en la calle y en la calle pondríais también el
pecho ante los fusiles?
«Soldados: Os ha correspondido servir a la pàtria en la hora
de su mayor angustia. En la hora de mayor debilidad de los de
arriba y de mas firme resolución de los de abajo. Pensad que sois
militares unas cuantas horas de vuestra vida. Que sois hombres,
que habéis de ser nombres siempre. Y que nadie, por alto que
esté, puede exigiros, en nombre de una disciplina quebrantada, el
sacrificio de
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vuestros entusiasmos y de vuestros deberes de ciudadanos. Un
Régimen que sólo cuenta con las armas para soste-nerse, no tiene
derecho a contar con las armas de aquellos que, sólo por deber
forzado y no por espíritu, están con el,
Marcelino Domingo».
La publicació d'aquest article valgué a Marcel·lí Domingo
d'ésser detingut pels militars i tancat a la caserna de les
Drassanes de Barcelona. Fou maltractat de paraula i apallissat.
Un dels militars que més es va distingir, clavant-li vàries
bufetades, va ésser el capità Pérez Farràs, el qual disset anys
més tard —oh ironies de la història i dels homes!—, va ésser
condemnat a pena de mort per uns altres militars, per haver
defensat la Generalitat de Catalunya, el 6 d'octubre de 1934.
II
L'any 1920, les Joventuts Sindicalistes de Barcelona, que eren
addictes a la C.N.T., varen publicar un extens manifest dirigit a
l'opinió pública espanyola, que va ésser reproduït al diari
madrileny «España Nueva», el 17 de novembre d'aquell any. En
aquest manifest es denunciava una bona part dels que
composaven les bandes d'assassins del «Sindicat Lliure», així
com dels personatges que els finançaven. Entre altres hi
constaven els noms següents: Fernàndez, germà d'una artista de
varietats; Mediavilla, confident força conegut; Rafael Camerón,
ex-delegat del Sindicat Unic d'Arts Gràfiques; Josep Cinca,
pinxo professional; Roca, de la Unió Monàrquica Nacional;
Rodríguez, que vivia al carrer Escudellers, cantonada al de Tres
Llits; els tres germans Jacas, que vivien al carrer Alt de Sant
Pere, cantonada al passatge Comerç; Melchor, impresor. Era el
que feia tots els impresos de la banda i del Sindicat Lliure. La
impremta la tenia establerta al carrer Mare de Déu; Callao, home
de confiança d'en Melchor; Pere Vives, advocat. Era el qui
pagava a la banda de pistolers. Ex-espia dels alemanys i director
visible del Centre Mellista, del carrer Alt de Sant Pere; Canes,
pare, fill i gendre, constructors d'obres, ex-caps del requetè i caps
dels Sometent. Eren homes de confiança de la Companyia de
Jesús; Sabadell, advocat, acusador sistemàtic contra obrers
cenetistes; Nicanor Costa, que era empleat municipal; Pons,
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