Records d'un sindicalista llibertari català - Cedall

mente, al decretarse la expropiación, el Estado cederá en
usufructo la propiedad de la riqueza a aquellos que la hacen
producir; técnicos, auxiliares y manuales; clase media y
proletariado que al fusionarse formarán la clase de los
productores.
2.— El órgano funcional del nuevo régimen económico, tanto
en la ciudad como en el campo, será el sindicato, el cual repartirá
entre sus componentes los beneficios de la producción,
independientemente de los sueldos que ellos mismos, de mutuo
acuerdo se marquen, según la calidad de los trabajos que
desempeñen. A mayor rendimiento mayores beneficios.
3.— Incautación de la Banca por el Estado, que pondrá a
disposición de los sindicatos los fondos de las industrias, para que
la vida económica de la producción no interrumpa la
producción misma.
4.— Supresión de la herencia, la que con la propiedad en
usufructo queda en principio suprimida.
5.— Abolición de la burguesía —la que, con las medidas
anteriores, queda concretamente abolida—, pudiendo los
burgueses, una vez vencidos, ingresar en los sindicatos como
productores.
6.— La estructura político-administrativa del Estado, será la de
una República federal. Su Hacienda, directamente relacionada con
las haciendas locales y federales —que sin mermarse entre sí la
autonomía, las tres atenderán en sus respectivas esferas,
convenientemente delimitadas, a los gastos generales de la
sociedad—, se formará a base de un impuesto único a los
sindicatos y profesiones libres.
7.— La super-valía de la tierra será graduada y administrada
por cada Estado federal dentro de su región.
8.— La propiedad urbana será administrada por los gobiernos
locales de las ciudades, los que cobrarán un pequeño tributo por
el alquiler de cada vivienda, regulando en beneficio propio la
super-valía de las fincas, para atender a la conservación de las
existentes y a la creación de las que sean precisas.
9.— El Estado creará cuantos sindicatos de industria sean
necesarios para asegurar el sustento de todos sus individuos,
impulsando siempre la producción, en el sentido que más
convenga a las necesidades locales o nacionales.
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10.— Inmediatamente de quedar encauzada la sindicación, se
otorgará la libertad de pensamiento en todos sus órdenes.
11.— Concesión de derechos a la mujer en el mismo grado
que los que posea el hombre.
12.— Administración por el Estado de toda la enseñanza
elemental y superior, así como lo concerniente a Laboratorios,
Asilos, Hospitales, etc.
13.— Limitación del culto a lo privado, siendo la profesión
del sacerdote profesión libre, a semejanza de las del médico,
abogado, escritor, etc.
14.— Sustitución del Ejército por una Milicia Territorial, de
carácter defensivo formada por voluntarios. Supresión de las
grandes unidades de combate en la Marina de Guerra,
sustituyendo una parte de su tonelaje por unidades pequeñas,
defensivas, servidas por voluntarios, como el resto de los
buques de la Armada.
15.— Conversión de la zona de protectorado marroquí y
demás colonias y protectorados españoles de África, en
provincias libres, protegidas espiritual y culturalmente por
España.
16.— La moral de la nueva sociedad colectivista que
persigue este programa, será, como el espíritu del Derecho que la
rija, la que se halla vinculada en la paz del trabajo, en la justicia
y en la fraternidad universal».
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