2001 - Escola Superior do Ministério Público

Revista Jurídica da ESMP - n.º 2 203
A) El Código Procesal Penal Modelo para Iberoamérica y el
tipo de investigación propuesto:
Constituye el primer intento importante de unificación en América
Latina, en una época en que era absolutamente necesario tomar
posición frente a los procesos penales inquisitivos, muy en boga por la
afición que a ellos tenían los sangrientos dictadores que por desgracia
sufría desde hace tiempo la región.
El Código Procesal Penal Modelo para Iberoamérica de 1988 tuvo
un gran valor porque pretendió influir y realmente influyó en la reforma
de los procesos penales de muchos países latinoamericanos. Partiendo
del Código de Córdoba (Argentina) de 1970, de inspiración italiana, tomó
en cuenta otros modelos europeos, entre ellos España, y articuló un
proceso penal que pretendía acentuar la forma acusatoria, con un juicio
oral y público que le sirviera de colofón natural.
La doctrina reconoce de forma prácticamente unánime que este
Código, sin embargo, ha quedado bastante desfasado hoy, de manera
que sus disposiciones sólo sirven ya de precedente histórico,
probablemente porque en lo teórico las realidades que se derivan de un
entendimiento más puro del principio acusatorio difícilmente tienen
cabida en él (un Código modelo no se puede reformar), y porque se
antoja difícil pensar que en cuanto a lo práctico fuera eficaz en la lucha
contra la grave delincuencia que nos asola y en la resolución de los
graves problemas con que se enfrenta el proceso penal actual.
El Código modelo previó una investigación (procedimiento
preparatorio) en manos del Fiscal, quien a su vez era el director de la
Policía, subordinada a él, pero sin constituir una verdadera Policía Judicial.
B) La investigación en el proceso penal competencia del
Tribunal Penal Internacional:
El segundo ejemplo que he de poner es mucho más reciente,
pues data de 1998, y es el relativo al proceso penal que se prevé
introducir para los gravísimos delitos contra la Humanidad y de guerra
competencia del Tribunal («Corte» dicen Vdes.) Penal Internacional,
creado en Roma ese año, según su Estatuto propio.