2001 - Escola Superior do Ministério Público

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Revista Jurídica da ESMP - n.º 2
En el “bazar turco” de la justicia negociada, así se argumenta, no
hay diferencia moral entre compradores y vendedores (Kaplan 1977, p.
526-7).
4.II. COMO COMPROMETEDORA DE
LA POSICION DE LAS PARTES INDIVIDUALES
Volviendo ahora a los costes subjetivos del sistema del pleabargaining,
trataré la cuestión con cada participante por separado,
empezando por los abogados de la defensa y el Ministerio Público. Es
demasiado evidente que profesionales bajo presión “cuyo primer objetivo
es atajar y ocuparse del siguiente caso” (Alschuler 1983, p.934) pueden
animarse a tolerar la investigacion laxa e inefectiva cuando están seguros
de que no es probable que el caso vaya a juicio. El Fiscal puede caer en
la tentación de imponer una carga excesiva (Carp & Stidham, 1996, pp.
177-8) para compensar por las insuficiencias de prueba (Alschuler 1968)
o puede actuar por venganza (Saltzburg & Capra 1992, pp. 801-2).
Igualmente, los abogados de la defensa, avariciosos y sobrecargados,
abogados de juicio incompetentes, abogados preocupados por su índice
de éxitos o simplemente aquellos abogados deseosos de congraciarse
con sus oponentes o el tribunal, pueden ser incapaces de resistir la
tentación de presionar a sus clientes para que se declaren culpables. Tal
presión, viniendo de un profesional con experiencia, es a menudo
agobiante para un acusado aprensivo y carente de experiencia al borde
de un juicio impredictible. Este es particularmente el caso si un pacto
elimina la posibilidad de prisión o incluso ( en los Estados Unidos) de una
sentencia capital (Uphoff 1995, p. 130). Como Mulcany ha argumentado,
se trata de un dominante cinismo entre los abogados de la defensa, que
rutinariamente asumen la culpabilidad de aquéllos a quienes representan,
unido al desarrollo de relaciones de trabajo en cooperación con sus
colegas en el proceso, unido a la atracción moral de conseguir un resultado
negociado (1994, pp. 422-6). No es necesario explicar lo destructiva que
es esta tendencia para el principio de contradicción y la representacion
comprometida y sincera de un acusado que lleva las de perder).
El problema del acusado inocente pero opuesto al riesgo forzado
al plea por sus propios representantes ha ocupado atención considerable