Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Comunicación<br />
El mercado nacional de la lana, la demanda<br />
intermedia y el consumo final<br />
A. Paz Sáez*<br />
La producción ovina española —y en general la europea—<br />
viene centrada en la leche y carne, lo que supone<br />
una postergación de la de lana, ya que desde<br />
1973 los tipos finos vienen presentando una tendencia<br />
decreciente.<br />
Naturalmente que tal evolución ha sido consecuencia<br />
de la tenida por la orientación productiva, lo que<br />
ha venido haciendo que los ingresos por venta de lana<br />
representan una escasa proporción del producto tanto<br />
de la explotación ovina, y en consecuencia en la<br />
producción final agraria, lo que, a su vez, hace perder<br />
interés por la producción lanera, tanto por parte de<br />
los productores, como del sector público.<br />
Ahora bien, la lana al ser un producto de demanda<br />
industrial, la cuantía de ésta depende de la que se dé<br />
para los elaborados, lo que equivale a decir que la<br />
disminución de la demanda de lana se debe a una retracción<br />
del consumo de los tejidos de la misma. Tal<br />
retracción puede ser achacada a tres factores de modo<br />
primordial, ya señalados por nosotros (PAZ SAEZ,<br />
1988):<br />
A) Competencia de las nuevas fibras químicas<br />
que se han vendido imponiendo en el mercado<br />
textil desde los años finales de la década de los<br />
cuarenta.<br />
B) Situación de la economía interior, con sensible<br />
depresión durante los últimos años, como lo<br />
muestra el retroceso de la renta unitaria en<br />
términos reales.<br />
C) Cambios en las preferencias del consumo, sobre<br />
todo en lo que se refiere a los tipos femeninos.<br />
En efecto, en los últimos cuarenta años las fibras<br />
químicas: nilón (poliamidas), tergal (poliésteres), polivinilos<br />
y poliacnlicos, han venido dominando paulatinamente<br />
la oferta textil, desplazando a la fibras clásicas<br />
en conjunto, incluso penetrando en peletería,<br />
aunque sea la lana la que ha sufrido el mayor impacto,<br />
y ello en razón de los precios diferenciales.<br />
El problema es más trascendente por cuanto, por<br />
un lado, las fibras de origen químico se prestan perfectamente<br />
a todo tipo de confección, lo que permite<br />
adaptarse de manera total al consumo de masas, ase-<br />
* Instituto de Economía Aplicada CSIC, Madrid.<br />
garandóse así su permanencia y crecimiento en el<br />
mercado.<br />
Por otro, tanto el algodón como la lana son susceptibles<br />
de regeneración y eliminación limpia, lo que no<br />
resulta tan factible para los tejidos de origen químico.<br />
Naturalmente que; la irrupción de las fibras químicas<br />
supone de forma universal el factor fundamental<br />
en la retracción del consumo de tejidos tradicionales,<br />
pero en nuestro caso hay que agregar dos factores: el<br />
efecto demostración (en su momento el nilón gozó de<br />
gran prestigio, sobre todo para ciertas prendas de la<br />
ropa femenina), por una parte, y por otra no cabe olvidar<br />
la situación de crisis por la que ha venido pasando<br />
la situación económica española, aproximadamente<br />
desde 1977, en que no se dieron incrementos<br />
reales de renta, dándose descensos durante el período<br />
1980-82, manteniéndose en situación precaria entre<br />
1983 y 1987 (según datos del BB, entre 1979 y<br />
1983 la renta en términos reales descendió el 0,8%),<br />
lo que llevó a una retracción del consumo (el de la<br />
carne de vacuno entre 1976 y 1981 descendió un<br />
20%), lo que en lo que afecta a los textiles supuso bajar<br />
de 12,1 kg/cabeza/año en 1987 a 11,6 kg/cabe--<br />
za/año en 1988, y aun sin cuantificar parece que siguió<br />
bajando durante 1988-89, de forma que, por lo<br />
menos para la lana, concretamente, estimamos el<br />
descenso entre el 6 y el 8% para 1989 (PAZ SAEZ,<br />
1990), lo que significaría que el consumo de lana manufacturada,<br />
en los últimos años, ha bajado más que<br />
proporcionalmente a lo que lo ha hecho el conjunto<br />
de los textiles, incidiendo en las industrias de base<br />
para las que ha descendido la venta de tejidos de lana,<br />
por lo que, a su vez, hay que esperar una retracción<br />
de la demanda industrial a la producción lanera,<br />
comprometiendo, una vez más, el nivel de precios de<br />
esta fibra al productor, lo que, aunque sea en proporción<br />
muy reducida, deprime el equilibrio económico<br />
de la empresa con explotación ovina.<br />
Como es lógico, en una situación en la que los incrementos<br />
de precios se vinieron comiendo los aumentos<br />
monetarios de los ingresos, las relaciones de<br />
precios favorables a otras fibras origina una retracción<br />
en la demanda de tejidos y confecciones de lana;<br />
ahora bien, el examen de la estructura del consumo<br />
muestra que aunque los precios diferenciales han jugado<br />
un papel importante, el hecho es que han cambiado<br />
las preferencias, hasta cierto punto, independientemente<br />
de ello, ya que como causa inmediata se